martes, 28 de abril de 2015

La otra mitad de mi ser.

Titulo: La otra mitad de mi ser.

Autor: Tamys de kim

Parejas: Yoosu

Género: Slash, angust, romance, mpreg, sobrenatural.

Extension: Oneshot

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Yoochun y Junsu entregaban las cosas necesarias para su unión como a todas las demás parejas que se unirían en la próxima luna llena necesitaban dar al sacerdote piezas de plata ya sea en joyería o artículos cualquier cosa hecha con ella además de una espada y telas en varios colores y texturas para la hechura de los trajes ceremoniales.
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 Después de años en busca de una pareja Yoochun la encontró mientras visitaba la manada de un amigo  y aliado de guerra, Junsu se encontraba jugando en el riachuelo cuando a su nariz llego el fuerte olor a canela y vainilla, la piel se le erizo y por inercia sus pies comenzaron un andar errático en dirección donde se encontraba su pareja.

Yoochun caminaba junto a su amigo Changmin próximo alfa de la manda hablando de los rebeldes, estrategias y sobre todo felicitando a Changmin quien se acaba de enlazar. De repente al pasar por el pequeño riachuelo que  cruzaba el pequeño pueblo  sus fosas nasales se llenaron del olor más exquisito miel y panqueques. Ironía de la vida a el que siendo un lobo no le gustaba lo dulce y que su pareja tuviera tal olor no le molestaba al contrario lo estaba poniendo duro. Giro el rostro en búsqueda del delicioso olor captando cuando un joven de cabellos negros y piel color crema corría en su dirección, no habría que ser tonto para no saber que la belleza que venía hacia él era su pareja, le encanto el pequeño hombre ni tan pequeño ya que era visible que solo les diferenciaban pocos centímetros de altura en comparación de Changmin y su uno noventa y cuatro contra su uno ochenta. Aun así, Yoochun exudaba el poder que solo un alfa tenia.

-¿vas a dejar que el haga todo? – cuestiono con gracia Changmin.

-no – gruño a su amigo y salió  a atrapar a sus infiernos de pareja.

De cerca el hombrecito era simplemente hermoso, sus ojos marrones contrastaban con su piel blanca y ese pelo negro igual que el suyo más esa boca rosada que le invitaba a reclamarla. No podía pedir más, en su clan no  era mal visto la unión entre hombres ya que el destino era quien elegía a las parejas y él había decidió que juntos eran una perfecta unión.

Abrió los brazos justo en el momento que  su pareja entro en ellos y le abrazo con fuerza inhalando su olor, llenado sus pulmones del magnífico olor que desprendía. Junsu alzo el rostro y vio en la profunda mirada de su reciente encontrada pareja el  anhelo y el deseo, sus mejillas se calentaron cuando su pareja le sonrió y lentamente unió sus labios en su primer beso.

-soy Yoochun – se presento con una amplia sonrisa.

-J-Junsu…. Me llamo Junsu – respondió avergonzado  y Yoochun no pudo resistirse más volviendo a  probar la boca de su Junsu.

Esa misma semana cuando Yoochun tenía que volver a su manada llevo a Junsu consigo, le había dicho a Junsu que podrían visitar a su familia y él respondió que no tenia, que su madre había muerto hace poco cuando rebeldes habían atacado el pueblo, aunque no hubo muchas víctimas su madres fue uno de los fallecidos y eso había dolido como el diablo. Años atrás su padre les había abandonado, marchándose del pueblo en busca de una mejor vida y puesto que sus padres no eran parejas destinadas no sufrirían la separación. Changmin les despido con alegría además burlándose de su amigo quien aun no reclamaba a Junsu , Yoochun quería hacerlo en la ceremonia para enlazarlos, la cual era una gran fiesta aunque Yoochun no era virgen hace años Junsu la mantuvo intacta hasta que encontrara a su pareja, Yoochun lo había comprobado cuando una noche en una entrega apasionada de besos y sutiles caricias por hombros, y espalda Yoochun se aventuro a ir más allá, llevando la mano a la entrepierna de Junsu y acunando su pene, a lo cual Junsu lanzo un gritillo, su cara se volvió de un rojo profundo, encontrándose en la casa de Changmin este al escuchar a Junsu salió de la cocina  y soltó una carcajada a l ver como Junsu tiraba a Yoochun del sofá y salía corriendo rumbo a su casa.

La espera iba a ser una agonía pero por Junsu esperaría todo el tiempo que fuera necesario.
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-la ceremonia se llevara a cabo dentro de dos semanas, aquellas parejas que no son originarias de la manada sus parejas les explicaran que deberán hacer ese día y sus prendas se les entregaran el mismo día de la ceremonia una hora antes de comenzar – explico el sacerdote mientras algunos ayudantes recogían las pertenecías de las parejas que se enlazarían.

-¿para que la plata? – pregunto Junsu curioso ya que en su manada solo para completar la unió se necesitaba tener sexo.

-buena pregunta, jovencito – sonrió – la plata será utilizada para recubrir la punta de la espada que han traído y esta será su protección, es algo más simbólico pero algunos de nuestros guerrero las utilizan en batallas cuerpo a cuerpo o para que las mujeres o parejas que no sean tan fuertes puedan utilizarlas para protegerse en algún peligro.

De pronto un fuerte estallido se escucho  a las afueras de  la casa del sacerdote, Yoochun con  los demás guerreros salieron de inmediato advirtiéndoles a sus parejas quedarse dentro, el sacerdote  les indico que le siguieran para esconderse el pueblo era atacado y todos corrían peligro hasta que esto no terminara.

Al salir Yoochun observo la casa del alfa, quien era su padre cubierta en llamas. La ira corrió por todo su cuerpo transformándose en un lobo gris  de gran tamaño, a lo lejos lobos de la manada peleaban a muerte contra rebeldes y puedo notar humanos, no, tal vez medias castas. Hombre o mujeres hijos de un humano y un cambia formas donde en su sangre  predominaba más los genes humanos y no podían transformarse solo sus colmillos llegaban a extenderse un poco y nada más, lo cual para ellos era doloroso. Por lo tanto ambos grupos se aliaron para derrotar  y matar a toda criatura cambia formas aunque ellos mismos fuesen unos.

La batalla era sangrienta, charcos de sangre cubrían el suelo, el mismo propio Yoochun tenía el hocico cubierto de sangre de quien sabe cuántos lobos. Los cuerpos de varios guerreros también se encontraban en el piso, seres que habían luchado para proteger a sus parejas e hijos. Vio una camioneta ir en dirección de la casa del sacerdote, la cual ya había  sido atacada, corrió a toda prisa pero fue imposible cuando las medias castas comenzaron a lanzar granadas. De pronto la casa comenzó a explotar en pedazos y lo que quedaba de ella se incendiaba. La camioneta partió con todos los tripulantes vitoreando su logro. Yoochun les dio persecución esos bastardos morirían por atacar un el lugar donde se encontraba su pareja. Corrió todo lo que su cuerpo pudo dándoles alcance, los medio cambia formas trataron de matarlo disparándoles con sus modificadas armas las cuales las balas era de plata según la criatura que fuese. Una logro darle en el hombro pero esto no fue motivo para detenerlo al contrario lo enfureció mas y salto a la camioneta, esta se detuvo de inmediato para que todos escaparan del lobo, no eran tontos para enfrentarse a un lobo enojado mucho menos a al que próximamente seria el alfa. Mas sin embargo les fue imposible huir, Yoochun fue  mordiendo, desgarrando y matando a cada uno de ellos hasta que los hubo aniquilado por completo. Partes de sus miembros estaban esparcidos por todas partes dando una vista aterradora, a unos les faltaba un brazo o pierna, otros simplemente estaba hecho jirones. Cuando la niebla de furia e ira se evaporo de su cuerpo, Yoochun por primera vez sintió el ardiente dolor de la bala sino era retirada de inmediato podría morir por envenenamiento. Mas en estos momentos su preocupación más grande era Junsu, saber sí estaba a salvo o sí había sufrido una lesión le tenía al borde.

Corrió con las pocas fuerzas que le quedaban, la adrenalina fluyendo a tope y el corazón acelerado con Junsu ocupando sus pensamientos por completo. Cambio a su forma humana y el dolor se incremento, desnudo puedo apreciar los demás cortes que adquirió en las peleas. La batalla se había terminado y los habitantes que se escondieron ayudaban tratando de apagar los incendios o ayudando a los heridos. El fuego en casa del sacerdote ya había sido controlado.  Guerreros con heridas bastante graves quitaban los escombros buscando una señal de vida por parte de sus parejas. Yoochun se unió a ellos, gritando a un paramédico que lo dejara cuando trato de llevarlo para curarlo. Poco a poco se hicieron paso por los escombros  viendo parte de sus cosas para la ceremonia regadas, las telas con las que cubrirían su lecho y parte del cuerpo de las parejas hechas cenizas, los artículos de plata aplastados y rotos, el escalofriante grito de uno guerrero  se escucho por todo el pueblo, de entre los escombros estaba una mujer con el vientre ligeramente abultado guardando entre sus brazos una la espada de su guerrero y la vasija de plata con la que recubrirían la punta, la había tomado aun cuando la plata comenzó a quemar su piel, la pobre no había logrado llegar al refugio en el sótano del sacerdote cuando la primera bomba cayó en la casa provocando que una pared le cayese encima, matándola a ella y al bebe que venía en camino.

La familia de la mujer que estaba entre la multitud lloraba su pérdida mientras su pareja entre lagrimas la llevaba en sus brazos. Se le aguaron los ojos a Yoochun con la escena más triste que una vez vio. Conocía al guerrero desde que eran pequeños y cuando encontró a su pareja. Se paro en el centro del pueblo presentándoles a todos con orgullo a Yume la mujer con la que se enlazaría y también quien se encontraba embarazada, esa noche las mujeres planearon hacer un banquete para celebrar a la nueva pareja.

Los escombros que cubrían  el sótano de la casa fueron retirados, los guerreros entraron a prisa sacando uno a uno las parejas que salían inconscientes por la cantidad de humo que  inhalaron, el ser cambia formas les ayudaba a sanar rápidamente y no podían adquirir alguna enfermedad pero aun así eran vulnerables y una bala podría matarlos.

Yoochun espero con impaciencia a que Junsu le fuera dado en sus brazos, no hubo nada. El sótano estaba vacío y sin señal de su pareja.

-Junsu salió del sotana en busca de Yume pero no regreso – puntualizo el sacerdote   antes de que le pusieran una mascarilla con oxigeno.

-grrr…- gruño Yoochun comenzando a quitar escombros de otras partes, quizás Junsu estaría enterrado y si dios era bueno con el aun seguiría con vida, suficiente tuvo con ver a su amigo sacar el cuerpo inerte de su compañera para soportar encontrar el de Junsu  sin ningún signo vital.

La noche cayó y aun Yoochun seguía su búsqueda, el  dolor en el hombro aumentaba con cada minuto, sin embargo Yoochun no se daba por vencido ya había quitado la mayor parte de madera quemada  y aun no hallaban  algún rastro de  la pareja.

-hijo, no está ahí – su padre le  tomo de los hombros – Junsu, no está aquí y en ninguna parte del pueblo – se arrepintió de decir la palabras cuando los ojos de su hijo se volvieron blancos - ¡rápido! ¡Llevémosle a la clínica  su cuerpo a colapsado! – ordeno el alfa.

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-¡ahhhhh! – grito de dolor Junsu cuando polvo de plata fue esparcido en el costado izquierdo de su cintura donde un guerrero en forma de lobo le mordió al encontrarlo cerca del límite del escondite de los rebeldes.
-este es un pequeño  recordatorio por  si vuelves a intentar huir – dijo su captor antes de darle una patada en el estomago.

-Yoochun…- llamo en un susurro a su pareja, de estar preparándose para la ceremonia que lo enlazaría a Yoochun ahora se encontraba siendo prisionero de los rebeldes. Todo paso tan rápido, salió a buscar a Yume cuando fue lanzado lejos por la explosión que sacudió la casa del sacerdote, su cabeza le dolía y la sangre  que bajaba por su frente le dificultaba ver. Se limpio con el antebrazo dejándose una máscara de sangre a medio secar  mientras más seguir lentamente bajando por su frente, su cuerpo se paralizo al ver lo que debajo de la pared seria Yume. Antes de que pudiera llegar a ella, un hombre le jalo de cabello sacándolo del pueblo diciéndole que los chicos se divertirían con él.

-el nunca te encontrara – le atino otra patada  - el maldito mato a varios de mis guerreros.

-se lo merecían- otra patada le fue dada, curvándose del dolor.

-tú no sabes nada – tomo el látigo con el cual azotaba a Junsu y las puntas eran de metal recubierto de plata para que las heridas no sanaran rápido y dejaran cicatrices.

-no… por favor… -  rogó – no más.

-oh ahora  me dices que hacer – sonrió con sorna, la mirada del hombre era la de un psicópata – tú  dirás que no pero tu cuerpo anhela mas….esas marcas son un bello  regalo y decoran tu pálida piel con gracia – Junsu giro a tiempo cuando las tiras de piel  dejaron una marca roja en su espalda – tsk. Falle – volvió a arremeter contra Junsu solo que en esta ocasión las puntas se incrustaron en la delicada piel abriéndole la piel y antes de que el dolor fuera menos otro par de azotes llegaban.

Los gritos de dolor  solo animaban a su captor a seguir azotándolo, cuando el dolor fue insoportable todo se volvió negro y perdió la conciencia.
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Junsu, no está aquí y en ninguna parte del pueblo…

Junsu, no está aquí y en ninguna parte del pueblo…

Junsu, no está aquí y en ninguna parte del pueblo…

La palabras de su padre aun retumbaban en su mente, sin Junsu  moriría de pena. Como aun no lo reclamaba el lazo no estaba formado y no podía sentir si estaba vivo o no. Y eso era lo que lo tenía con la incertidumbre. Llevaba dos semanas en la clínica de la manada ya que la bala permaneció mucho tiempo y  sin ser atendido por horas el cuerpo de Yoochun se debatió entre la vida y la muerte.

La ceremonia de enlazamiento no se cancelo, pero se agregaría unas palabras para las personas fallecidas en el ataque. Alfas de  otras manadas llamaron dando las condolencias y enviando guerreros que ayudaran a reparar lo que hiciese falta en el pueblo. Changmin junto con su pareja les visitaban ayudando en todo lo que podían.

-pase- Changmin y su pareja So hee entraron en la habitación, la joven mujer llevaba consigo un  arreglo de flores.

-¿estás listos para dejar este lugar? – Yoochun asintió, agradecía al médico y enfermeras por salvarle la vida pero simplemente no soportaba mas estar en cama encerrado dentro e cuatro paredes.

-Yoochun ¿llevaras la foto de Junsu para la ceremonia? El sacerdote junto con voluntarios construyó un altar en su honor.

-la llevare, no sé si mi Junsu este con vida  o quizás  no – un nudo se le formo –  solo tomare esta oportunidad como nuestra propia ceremonia aunque él no esté aquí.

La pareja asintió con tristeza, Junsu había pasado por el abandono de  su padre y la muerte de su madre para que en un instante fuese secuestrado y  nadie encontraba alguna pista que les dijese su paradero o condición.

Más tarde a la luz de la luna llena, en el centro del pueblo las mujeres y hombres que en la ceremonia tomarían el lugar de mujer iban  vestidos en ropa de colores hechas con telas enviadas por la manada de Changmin que al enterarse hizo un donativo y la gente estaba agradecida con el por su gentileza.  Los hombres llegaron por la derecha vestidos en ropas color marrón como estaban en primavera debían utilizar colores de acuerdo a la temporada. Cada uno se acerco a su respectiva pareja colocándose uno frente al otro.  El sacerdote p ellos  junto a un ayudante fue pareja a pareja atando la mano derecha de cada uno. Yoochun miraba la ceremonia con melancolía sí Junsu estuviera, ellos serian una pareja mas enlazando su vida por la eternidad, en cambio estaba solo y no habría nadie que cerrara el gran hoyo en su corazón. Cuando las parejas tomaron los votos el sacerdote pasó a dar unas palabras por las víctimas del ataque.

-perdimos  a veinte hermanos. Unos dieron su vida por protegernos otros simplemente fueron víctimas de esta cruel batalla – Yoochun miro la foto de Junsu  que se encontraba hasta el frente –pero sin duda todos ellos eran nuestros hermanos y que ahora sus almas descansan. Siempre les tendremos en nuestras mentes y corazones.

El llanto de las mujeres  se hizo escuchar, también hombres lloraban en silencio. Yoochun fue uno de ellos si tan solo hubiera reclamado a Junsu sentiría su lazo y sabría si estaba vivo o muerto sin embargo el quiso reclamar a su pareja el día de su ceremonia de enlazamiento y sí tuviera la oportunidad lo volvería a hacer solo para que la primera vez de Junsu fuese especial.

Terminada la ceremonia, las parejas fueron a la casa donde residirían su lecho ya había sido preparado por las familias de ambos donde los hombres reclamarían por primera vez o una vez más a su respectiva mujer u hombre mientras tanto una fiesta en su honor se llevaría a cabo.

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-despierta – un cubo con agua le fue vaciado a Junsu sacándolo de su sueño.

-tengo noticias de Yoochun – sonrió con maldad el hombre – se ha convertido en alfa  además de que se unió a una mujer la cual espera ya un hijo de él – dijo petulante, poniéndose en cuclillas para jalar del cabello a Junsu – el ya te olvido – soltó su cabello y comenzó a reír.

-No puede ser…- murmuro estupefacto Junsu sus lagrimas emergieron empapando sus mejillas.

-claro que lo es… después de solo un año se rindió tan fácil bueno hace meses que ve a esa mujer según mi informante.

-el me ama.

-si te amare pasaría el resto de su vida solo mas no es así ya encontró una hembra que le va a dar a su primer cachorro, mascota – su mirada cambio en un santiamén, ahora el hombre estaba serio y su mirada furiosa puso a Junsu en alerta – hoy tengo ganas de jugar contigo y tal vez…no se quizás preñarte quiero un heredero y no hay nadie mejor que tu para dármelo mas cuando las manadas se enteren que es de la pareja perdida del nuevo alfa Park – tomo a Junsu  nuevamente del cabello y lo llevo arrastrando hasta su habitación de torturas, ato sus piernas y muñecas a los postes de la cama – espero tu cooperación en esto, mascota.

-si… amo…- dijo sin vida ¿Cómo Yoochun pudo dejar de buscarle? A lo mejor ni siquiera lo habría hecho. Perdió todas las esperanzas de ser libre y volver a su lado y sí volvería ¿Yoochun le aceptaría cuando ya su cuerpo había sido tomado por otro hombre? Tenía tantas cicatrices que era seguro que Yoochun le aborrecería, lo único sin una marca era su rostro el cual Goon Yo como así se llamaba su captor le dijo que sería un pecado marcarlo por eso en cada azote o tortura que le hiciese evitaba marcar el rostro.

El primer azote llego y dio con fuerza en su estomago donde las puntas se clavaron y tiraron de la piel al ser retiradas. Junsu no grito estaba muerto en vida lo que hizo enfurecer a Goon yo quiso  le azoto un par de veces hasta que Junsu grito de dolor, su sollozo se hizo más fuerte y el hombre ya tenía una erección al infringirle dolor a Junsu, dejo su juguete favorito de tortura y se situó entre las piernas de Junsu, alineo su pene y sin preparación le penetro provocándole un desgarro.

-entrégate a mí, Junsu solo así quedaras preñado… - lo embestía con violencia como todas esa veces que abuso de Junsu – si no lo haces, la próxima vez va a ser peor y así sucesivamente hasta que mi semilla de frutos – le advirtió entre gemidos.

Junsu era un chaman, así como había hombres que podían engendrar vida estaban los chamanes quienes eran muy  extraños y preciados. Los chamanes no podían embarazarse a menos, sí el chaman se entregaba por voluntad podría quedar en estado y dar a luz. Junsu se entrego a Goon Yo, al fin y al cabo esta era su nueva vida, una vida llena de torturas le daría el hijo que anhelaba el hombre si con ello  los golpes se iban por un tiempo ya no había nadie a quien importarle  y Junsu sabía exactamente que moriría a manos del hombre le diera hijo o no.

-¡siii! – grito Goon Yo cuando llego al orgasmo y lleno el canal de Junsu con su esperma. Y por la voluntad de Junsu al entregarse al malvado hombre esa misma noche un nuevo ser crecía en su interior.

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-¡Yoochun!-  grito Changmin - ¡espera!

-¿Qué sucede? –  se dio la vuelta haciéndole cara a su amigo.

-antes de que te vayas ¿quieres ser el padrino de nuestro hijo?

-Changmin –suspiro – soy el padrino de tus otros tres hijos ¿Por qué no eliges alguien más?

-porque como te lo he dicho siempre…. Sí algo legase a pasarnos a Soo hee y a mí, la mejor persona para cuidar de nuestro hijos eres tú  -Yoochun se cruzo de brazos y sonrió a su mejor amigo.

-está bien, llámame para avisarme el día de la ceremonia – le dio un gran abrazo a changmin y subió a su camioneta.

-está bien, nos vemos pronto – se despido Changmin y Yoochun fue dejando a atrás el pueblo.

Habían pasado cinco años, en los cuales conoció a su  esposa, tuvo una hija pero la vida da sorpresas.  Su mujer le era infiel e incluso lo abandono con su pequeña hija de semanas de nacida, por si eso no fuera poco ella regreso con un hombre del brazo y exigiendo le devolvieran a su hija que ¡sorpresa! No llevaba la sangre de Yoochun por lo tanto tuvo que entregarla a sus padres biológicos. Yoochun se decidió por la soltería, las noches de sexo con algún chico caliente que encontrase en sus viajes. Su padre tuvo suerte conociendo a una joven mujer con quien se unió y al poco tiempo le dio una hija, su querida Sooyeon por la quien mataría en unos pocos años al bastardo que la hiciese sufrir. El recuerdo de Junsu seguía en su mente, nunca supo nada de su paradero y por la desesperación cometió la locura de casarse, grave error. Los rebeldes seguían atacando pero implementaron dispositivos de vigilancia y los centinelas vigilaban arduamente, llegando a ser muy pocos los ataques contra la manada.

Esta noche la manada celebraría por la muerte de Goo Yon, quien en su último aliento juro que su hijo le vengaría pero para eso faltaban años, el hijo del jefe de los rebeldes apenas tenía cerca de tres años, el maldito lo llevaba a cada pelea  e incluso lo instaba a dar el toque de muerte, un día llego a ver que el niño de tan solo dos años lloraba y cubría su carita llena de sangre cuando Goo Yon lo obligo a cortarle el cuello a un hombre. Era un sádico que parecía ni a su propio hijo quería.

-hoy estamos reunidos para festejar que el líder de los rebeldes ha muerto también  celebramos el gran esfuerzo de nuestros guerreros quien lucharon con valentía  y coraje. Han sido años de batalla contra rebeldes pero esperemos que esto termine y los rebeldes sin un líder se desintegren, gracias a las mujeres por la exquisita comida, y señoras y señoras a que pasen una agradable noche ¡que la fiesta comience! – grito con ánimo Yoochun.

La música se empezó a escuchar en la  pista de baile los jóvenes y varias parejas se movían al compas de la música, los niños jugaban mientras otros disfrutaban los platillos. Un jovencito llamo la atención de Yoochun y de pronto se vio envuelto por las piernas de este mientras sus bocas lidiaban una guerra sin final. El condenado era caliente y su esbelto cuerpo se amoldaba a la perfección a sus manos, nadie los había visto salir rumbo al bosque así que cuando estaban completamente solos el joven se abalanzo contra Yoochun y este respondió con gusto.

Bajos sus pantalones hasta los tobillos y luego el de su amante, le preparo con cuidado porque no por ser sexo de una sola noche lo maltrataría, el chiquillo sollozaba y rogaba por el pene de Yoochun asi que el alfa se enterró en el apretado pasaje del joven, entrando y saliendo de él, ambos gimiendo, Yoochun tomo la erección del otro y la sacudió al ritmo de sus empujes. Los arbustos se movieron y sus instintos entraron en alerta apagando de a poco su erección.

-¿Qué pasa?- el hombre  se dio cuenta de que Yoochun ya no estaba de ánimos.

De  golpe se detuvo, un olor extrañamente familiar llego a su nariz volteo entorno a los arbustos y lo vio ahí parado después de tantos años.

-Junsu…

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Por fin Junsu era libre, los rebeldes estaban desesperados por no tener un líder digno que los dirigieses así que en cuanto pudo huyo con su hijo. Al principio los hombres que le custodiaban casi lo atrapan  si no hubiera sido porque llego a la carretera y de suerte alguien paro dándole un aventón al próximo pueblo en estos momentos seguiría encadenado esperando por la muerte a manos del nuevo líder.

Junsu pensó que con el embarazó Goo Yon dejaría de torturarlo, mas no fue así, el maldito  lo disfruto azotarlo la mayor parte de la gestación su pequeño Siwan nació con bajo peso por la falta de nutrientes, incluso  su nacimiento estuvo en peligro cuando Goo Yon utilizo un nuevo látigo con  las puntas en forma de media luna,  Junsu fue el primero en probar el juguete de Goo Yon y por poco muere cuando una de las puntas se clavo profundamente en su cuello si no fuera porque el hombre disfrutaba herir a Junsu lo hubiese dejado morir ¿pero como pasaría el tiempo? Por lo tanto Goo Yon llamo al médico quien le suturo la herida.
Con Goo Yon muerto, regresaría a la manad  de Yoochun, no reclamaría su lugar y no tenía la necesidad de hacerlo. Para el Yoochun no significaba nada su amor murió al enterarse de la boda de quien era su pareja. Camino por días y comían lo que cazaba, su hijo estaba feliz después de tanto tiempo lo veía sonreír, el pobre Siwan sufria de pesadillas por las cosas que Goo Yon le hacía cometer, un niño de tres años no debería ver morir a personas, a su edad Siwan solo necesitaba jugar y ser amado.

Ya había anochecido y Junsu podía ver un destello de luz, camino con su pequeño dormido en su espalda, a cada paso escuchaba los quejidos de alguien y pronto se dio cuenta que era personas teniendo sexo. Siwan se movió y Junsu le canto para que su hijo volviese a dormir. Salió de entre los arbustos y para mala suerte quedo enfrente de la pareja, ambos con los pantalones hasta los tobillos. Sonrió cínicamente cuando reconoció, al hombre de cabello azabache y que sostenía el pene del otro, sin duda ese era Yoochun. El olor de su pareja llego pero el resistió el impulso de ir a su encuentro. Junsu volvía a replantarse que Yoochun no lo amo, así como fácil se casaba con otro, le era infiel a su esposa. Siguió su camino dejando a Yoochun terminar su asunto, no lloraría mas por algo que nunca fue. Entro en el que se iba a convertir en su hogar, las personas dieron un grito ahogado al reconocerlo, la música se detuvo. Todos los ojos estuvieron puestos en Junsu y en el pequeño niño que cargaba en su espalda.

-Junsu…- el padre de Yoochun se acerco e intento abrazarlo, a lo cual Junsu dio un paso a atrás e hizo lo que Goo Yon le había metido a golpes. Se arrodillo y bajo la cabeza.

-señor –se mordió el labio esperando no ser azotado. Había cosas que nunca se olvidarían.

-Junsu, levántate no tienes porque hacerlo – el antiguo alfa ayudo a ponerlo de pie – estoy feliz de volverte a ver, hijo – Junsu sollozo al ver la mirada llena de calidez en el hombre – Yoochun se pondrá contento al verte.

-no lo creo… señor.

-claro que si, hijo – el padre de Yoochun tomo al niño en sus brazos  - se parece a ti, Junsu. Es lindo.

-gracias.

-¡Junsu! – llego corriendo Yoochun. Vio a las personas sonreír ¿Por qué sonríen? Se cuestiono.

-anda hijo, ve con tu pareja – le insto a hacer el antiguo alfa.

Yoochun intento abrazarlo pero Junsu lleno de furia se alejo de inmediato sacando una navaja y la blandió contra Yoochun haciéndole un pequeño corte en el brazo, como se atrevía Yoochun a querer pretender que no lo vio tener sexo en el bosque, de inmediato  lobos le rodearon.

-¡no! – grito dándose cuenta lo que acababa de hacer, se dejo caer al suelo  y espero por su castigo. La vez que hirió a Goo Yon, este le saco al patio y le hizo rodear por lobos que lo atacaron dejando las marcas de sus colmillos  gravada en su piel por unos días.

-¡alto! – amonesto Yoochun acercándose a Junsu y se percato que se había desmayado – padre trae al niño.

Padre e hijo se dirigieron a la casa de Yoochun,  en la habitación de huéspedes dormía Junsu con su hijo.

-¿Qué voy a hacer, papá? – miraba de Junsu al pequeño y después hacia su padre.

-protegerlos, Yoochun. No sabes por lo que han pasado. Ese niño tu sabes perfectamente quien es su padre.

-lo sé y es por eso que necesito tu ayuda – su padre lo miro con duda – es el hijo de Goo Yon. Junsu es un chaman el me lo dijo cuando nos conocimos y se lo se debe hacer para poder concebir y sí él es el hijo de Junsu eso quiere decir que él se entrego por su propia voluntad.

-aun no comprendo, Yoochun.

-lo que te digo padre es que  Junsu pidió a los dioses quedar embarazado del maldito de Goo Yon. El disfrutaba estar con el bastardo que hasta tuvo un hijo de él.

-¿eso es lo que piensas de mi? – Junsu miraba con odio a Yoochun.

-Junsu…

-así me llamo, alfa – se sentó en el borde de la cama – lamento irrumpir en tu manada, me llevare a mi hijo lejos de aquí y no sabrá de mi  de nueva cuenta.

-no, Junsu. Tu hogar es aquí. Eres mi pareja – gruño Yoochun.

-¿pareja? – rió – no lo soy, tu no me buscaste…

-¡lo hice! – Interrumpió – te busque por mucho tiempo….

-un año…un año – negó con la cabeza- fue  menos tiempo ¿y tu esposa y tu hijo donde están?

-¿Cómo lo sabes? – Yoochun lo tomo de los hombros y comenzó a agitarlo.

-Goo Yon tenía sus fuentes, el me lo dijo – su mirada se endureció – me mostró fotos, de tu boda, de tu familia. Aunque no sé si el chico caliente como así lo llamaste sea tu amante – su voz era dura.

-Junsu, hijo deja que Yoochun te explique cómo pasaron las cosas – se interpuso el antiguo alfa.

-no hay nada que explicar, señor – empujo a Yoochun liberándose de su agarre y tomo a su hijo – el me olvido… se caso… siguió su vida y yo…- no iba a llorar – yo fui azotado cada que mencionaba su nombre, Goo Yon abusaba de mi y sí, me entregue por voluntad esperando no quedar en estado ¿Por qué? solo el saber que Yoochun había hecho su familia  me daba igual. De todas formas nunca me dejaría ir…

-Junsu…no tenía idea, por favor no te vayas – le rogo Yoochun.

-hijo quédate.

-¿para qué? Fue mala idea venir aquí, pensé… solo pensé en llegar a la manada y pedir permiso para vivir no en el pueblo sino en el bosque con mi hijo, las personas pronto sabrán quien es siwan y lo aborrecerán, al igual que  a mí.

-somos pareja, Junsu. No puedes dejarme

-tu lo hiciste.

-no sabía dónde buscarte.

-chicos cálmense. Junsu pasa la noche aquí y mañana decides si te quedas en la manada o te vas, nadie te obligara a hacer lo que no quieras – Junsu se alivio sino donde pasarían la noche.

Yoochun y su padre  salieron de la habitación, dejándolos solos. Junsu recostó a Siwan y se acomodo en la cama su lado abrazando al pequeño permitiéndose por primera vez descansar sin tener que estar alerta. Por primera vez en cinco años dormiría en una cama.

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Yoochun no podía dormir, quería golpearse contra el muro. Junsu había vuelto y ¿Cómo fue su reencuentro? Con el follando a otro tipo. Luego despotrico contra Junsu, afirmando que Junsu  había disfrutado el estar con Goon Yo y después de la declaración de su pareja – pareja – que bien se siente volver a pronunciar la palabra.

Le costó trabajo controlar su ira, Junsu sufrió en demasía con el maldito líder de los rebeldes, ante cada declaración Yoochun sentía sus garras salir y el pequeño niño  no fue deseado, mas al contrario fue la luz que Junsu necesito para  aferrarse a la vida. Tomo su teléfono celular y llamo al único que podría aconsejarle, Changmin.

-espero que sea algo importante, para que me estés llamando a estas horas de la noche – contesto un Changmin somnoliento.

-Junsu apareció – dijo sin más.

-¿Qué? ¿Cómo? – el sueño de Changmin se fue con la sola mención de Junsu.

-como lo oyes, Junsu apareció en el pueblo con un niño…- no sabía cómo contarle a Changmin como sucedieron las cosas – Junsu tuvo un hijo de Goon Yo… el maldito siempre lo tuvo cautivo.

-No me cuentes mas, salgo de inmediato  y estaré en tu casa  al amanecer. Corto de tajo la llamada sin dejar responder a Yoochun. Solo quería desahogarse con Changmin, con lo que no contaba es que su amigo saldría a toda prisa   y llegara en cinco horas máximo seis a la puerta de su casa con su pareja e hijos. Junsu se alteraría al ver a su antiguo alfa, esto simplemente era una mierda.

Cerca de las seis de las siete de la mañana, golpes en su puerta le indicaron que Changmin habia llegado y tal como lo pensó, venia con toda la familia.

-Explícame como es que Junsu volvió al pueblo y con un hijo – exigió Changmin aun sin siquiera dar un paso dentro de la casa de Yoochun.

-vayamos a otra parte, Junsu está durmiendo en el cuarto de huéspedes con Siwan – jalo a su amigo, llevándolo arrastras  dentro del bosque donde le conto todo lo que paso, las torturas de Goo Yo además del odio que podía ver en la mirada de Junsu.

-Por lo visto la tienes difícil, Yoochun- se cruzo de brazo.

-No paso por mi mente volver a verlo, Changmin.

-al final te rendiste y Junsu creyó que lo olvidaste.

-¿Qué puedo hacer para que me perdone? La he jodido bastante – Changmin le dio un golpe en el brazo -¿Por qué fue eso?

-para que se te quite lo imbécil y empieces a mover el culo para recuperar a Junsu.

- tienes razón, cortejare a Junsu y conseguiré su perdón – caminaron de regreso a su casa – espero que Junsu este despierto necesitamos hablar.

Al entrar a la casa todo era un caos Junsu estaba en una esquina con Siwan detrás de  él. Soo hee trataba de acercarse mientras los hijos de Changmin lloraban a todo pulmón.

-¿Qué está sucediendo? – exigió Yoochun.

 -¡dile que no de otro paso más! – grito Junsu - ¡ella es un maldito omega! y-y toco a Siwan el proceso de curación a empezado… - su rostro se baño en lagrimas y a Yoochun se le partió el corazón de ver a Junsu llorando por el bienestar de su hijo.

-Junsu, eso sería lo mejor para Siwan, ¿no quieres que este en paz con su pasado? – Junsu asintió – deja a Soo he terminar el proceso.

-el va a revivir todo…- murmuro – no quiero verlo sufrir, otra vez – sollozó.

-pero al final el va a estar mucho mejor, igual tu si dejas que Soo he te ayude.

-¡no! Yo no pasare por eso… quiero que Siwan sea un niño feliz pero yo no aceptare su ayuda.

-¡ahhh! – el grito de dolor que salía de Siwan puso al limite a Junsu, su pequeño se había desmayado, rezaba para que su niño aguantara la curación de su alma.

-acuéstalo en el sofá, Junsu – Junsu hizo lo que se le pidió, Soo he pasaba las manos por  el cuerpo del pequeño mientras Junsu sostenía su mano y le cantaba tratando de calmara un poco su dolor.

Changmin se llevo a  los niños a pasear mientras su esposa hacia el trabajo, Yoochun estuvo al lado de Junsu todo el tiempo confortando  a su pareja.

-he terminado, Siwan recordara todo pero se sentirá ahora libre, en paz.

-gracias – le dedico una dulce sonrisa a Soo he.

-era necesario, el es un pequeño para tener tan horrible pasado – comento – voy a buscar a Changmin.

-gracias, Yoochun.

-yo no hice nada, Junsu.

-estuviste a mi lado – le sonrió y el corazón de Yoochun se detuvo por la belleza de Junsu.

-comencemos desde cero, Junsu.

-no creo que sea buena idea, Yoochun.

-¿Por qué no? ¿Acaso no sientes el tirón que nos atrae a estar juntos?

- lo siento pero no confió en ti – se encogió de hombros – decidí quedarme pero en el bosque ya le dije a tu padre y me dio permiso de usar su cabaña – Yoochun quedo en Shock – me voy tan pronto como Siwan despierte, es lo mejor para ambos. Tú hiciste tu propio camino y yo no creo encajar en el tuyo.

-Junsu no puedes hacernos esto… somos pareja el destino nos unió porque somos almas gemelas… tu eres mi otra mitad.

-durante cuatro años solo fui un recuerdo… te aconsejo que vuelvas a creer que lo soy.

-¿y qué pasa con Siwan lo alejaras de  las personas? ¿Se convertirán en ermitaños?

-Siwan y yo vendremos al pueblo seguido. Sí mi pequeño quiere estudiar en otro lado lo llevare a conseguir sus sueños, no importa si tengo que trabajar las 24 horas con tal de que Siwan  logre su objetivo.

-¿y tú? sí una vez me amaste te pido que por favor nos des una oportunidad, dame un mes para cortejarte y sí no quieres nada conmigo para entonces te dejare ir – puso las cartas sobre la mesa esperando que Junsu aceptara la oferta.

-está bien – suspiro – pero solo un mes. Y no, no voy a vivir contigo. – aclaro para que su ahora pretendiente no se hiciera ilusiones.

-pero…

-acepta mi condición, Yoochun.

-está bien – acepto resignado, tenia treinta días para conquistar el corazón de  Junsu.

Yoochun, juro por su vida que si Junsu no le acepta lo tomaría en brazos, lo arrastraría hasta la habitación no sin antes dejar a Siwan encargado con su padre. No importaría los ruegos o que Junsu desquitara su furia contra él, Yoochun reclamaría a Junsu para después darle unas cuantas palmadas en el culo por ser tan malhumorado, ya que sí Junsu acepto la propuesta significa que no todo está perdido ¿verdad?

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Junsu despertó en la cabaña del Sr. Park, los rayos del sol entraban por la ventana y el aroma de la naturaleza le daba tranquilidad. Aun dudaba del mes que le prometió a Yoochun, pero en el interior estaba  emocionado por ser cortejado. Nunca le pretendieron en el pasado, puesto que no salía mucho debido a la enfermedad de su madre, después apareció Yoochun y no hubo tiempo de tener citas. Solo se abalanzaron el uno con el otro y de inmediato Junsu ya vivía con Yoochun, convivían como una pareja de verdad, pero aun no intimaban, Junsu estuvo completamente orgulloso de Yoochun por esperar el reclamo  hasta la ceremonia donde se enlazarían, lástima que días antes fueran atacados y por cinco largos años no se le permitió ver más allá del patio de la casa de los rebeldes.

Yoochun veía en dirección del bosque donde la cabaña de su familia se encontraba, Junsu invadía su mente a cada momento, su pareja estaría aun dormido o se encontraría despierto preparando el desayuno de su futuro hijo, cinco largos años donde el maldito líder de los rebeldes  tuvo prisionero  a su pareja y le preño, de un niño que desde temprana edad  tuvo que ver como las personas morían y donde Yoochun era fiel testigo de los golpe que el pequeño recibía si no mataba  a un lobo de la manada enemiga. Un pequeño cachorro que empujaba sus diminutos colmillos tratando de desgarra la piel de un lobo maduro. Tantas malas vivencias que para su edad  solo debían ser risas y felicidad al lado de sus padres.

Pero ahora que Junsu había vuelto Yoochun iba a ser todo lo posible porque su pareja e hijo fuesen felices y que aquellos años de maltrato y cautiverio se quedasen en un pasado que no les causara pesadillas.

Durante la primera semana Yoochun no quiso agobiar a su compañero con respecto a las citas, dejo que Junsu se adaptara al pueblo, las personas los recibieron cálidamente. En ningún momento los trataron con malicia al contrario fueron bien recibidos y la comunidad les ofreció su ayuda en caso de surgir problema alguno.

Para la segunda semana de haber regresado Junsu, Yoochun sentía su piel hormiguear, la sensación de tener a su pareja cerca lo llevaba al borde solo su auto control le hacía dar un paso atrás y no reclamar a su pareja frente a una multitud de personas, pero cada vez que  Junsu se acercaba  aunque fuese un metro de distancia , su ponía duro, el aroma distintivo de Junsu lo enloquecía y su pareja sabia como eso le afectaba, lo había notado en varias ocasiones cuando Junsu se acercaba y un bulto crecía en la entrepierna de Yoochun. Junsu  solo daba media vuelta no sin antes sonreírle  a Yoochun con una sonrisa de “yo no hice nada malo”. Yoochun ya no podía más o Junsu lo aceptaba como su pareja de una vez o de perdida aceptara salir con él a correr por el bosque en su forma de lobo, algo que siempre había añorado desde que encontró a su otra mitad.

Junsu estaba más que decidido, dos semanas fueron suficientes para pensar detalladamente en la relación que había dejado pendiente con Yoochun, se debatió entre dejar la manada o aceptar al pelinegro. En ocasiones, las cosas malas que vivió le hicieron decidir en irse lejos a vivir con su pequeño hijo, quizás mudarse a la ciudad aunque no hubiesen muchos lugares al aire libre donde correr  más sin embargo con solo pensar en Yoochun su corazón se acongojaba y daba marcha atrás con su idea de partir lejos. Aun no tenía una cita con Yoochun y no era porque su pareja no se la hubiese pedido sino por el simple hecho de que Junsu se negaba solo para hacerle sufrir un tanto por encontrarlo jodiendo a otro hombre, y uno cualquiera sino a uno muy hermoso y eso le daba miedo porque Junsu no era competencia para un hombre con la piel tan suave y sin marca alguna como su propio cuerpo que tenia feroces cicatrices hecho por los abusos de aquel cruel alfa. ¿Qué sí deja a Yoochun reclamarlo y ve su cuerpo con tales marcas que a los ojos de su pareja su reclamo no valía la pena y le abandonase?

Queriendo escapar del estrés, la confusión y de todo lo que le rodeaba salió a pasear al bosque respirando el aire puro, sintiendo  que cada una de sus preocupaciones se esfumaban, llego a la poza que se convirtió en su lugar favorito la primera vez que llego a la manada y exploro el bosque por su propia cuenta. Este lugar lo relajaba de sobremanera, se quito sus ropas y se sumergió en el agua, disfruto del momento de tranquilidad que el lugar le daba. Después de un rato de nadar  decidió salir. Se recostó a la orilla de la poza y dejo que los rayos del sol calentaran su cuerpo.

-Jun…Junsu…- de pie Yoochun admiraba el cuerpo desnudo de su pareja, su vista viajaba desde las piernas hasta la boca entre abierta de Junsu, su cuerpo reaccionaba ante tanta belleza, su miembro se erguía tan solo pensar en recorrer tan delicioso cuerpo. Y El aroma de su pareja llenaba sus fosas nasales incitándolo a  tomar lo que por derecho es suyo y le fue arrebatado en el pasado.

-Yoochun…- dijo suave  cuando vi  a su pareja observarlo,  la mirada llena de lujuria de Yoochun  comenzaba a hacer estragos en su propio cuerpo pero no quería entregarse fácilmente cambio a su forma de lobo y corrió  lejos de su pareja, sintiendo la adrenalina corres por sus venas al notar que un lobo le seguía detrás.

Corrieron por un buen rato persiguiéndose el uno al otro, incluso cuando divisaron a lo lejos una  liebre fueron a su caza, corrieron tras el pequeño animal que para su mala fortuna no llego a tiempo a su madriguera y fue Yoochun quien la atrapo entre sus poderosa mandíbula, con el animal muerte entre su hocico camino a paso lento a su compañero para dárselo como regalo, obsequió que Junsu compartió con su pareja, comieron la carne cruda del pequeño animal, terminado su banquete y aun en su forma de lobos Junsu limpio con su lengua el hocico  manchado de sangre de su pareja, lo mismo que hizo Yoochun cuando Junsu termino con él. Regresaron a la poza, sin embargo y no queriendo que alguien más llegara a interrumpir su preciado momento Yoochun llevo  a su compañero dentro de una cueva que conocía y tenia perfectamente cubierta por ramas para que nadie más la hallara, ya que en los días más estresantes corría ahí y acampaba dentro de la cueva así podría relajarse y pensar las cosas con calma y en frio. Dentro del pequeño espacio donde ambos y apenas cabían, por primera vez en años volvían a darse un beso lento y suave. Uno temeroso por el rechazo el otro nervioso porque hace tanto tiempo que besaba y estaba oxidado , se miraron a los ojos y sonrieron para ser su primer beso no había estado tan mal, además es  uno de los tantos que ya se darían más adelante pero para eso habría tiempo de sobra. Cayeron dormidos no sin antes cambiar a su forma humana, ambos desnudos sin necesidad de ir mas allá de solo abrazarse y pasar tiempo en los brazos del otro, se sentía tan correcto, tan en paz…tan perfecto el poder por fin con su pareja de destino, la otra mitad que le fue arrebatado, la otra mitad por la que lucharía hasta la muerte. Su otra mitad de quien estaba profundamente enamorado. Y que con los años venideros Yoochun se encargaría de darle solo felicidad y  demostrarle que mas alla de ser parejas destinadas Junsu es como el oxigeno que necesita para sobrevivir.


Fin





Bueno un nuevo fic despues de tantooooo~ tiempo, espero les guste y no me maten por no actualizar  "a cambio de una moneda" pero se me han ido las ideas e.e ....Disfruten este fic ^^.
nos vemos pronto ~♥




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