Holas...holas n....n
el fic de hoy es un YooSu que escribí para el concurso "viajes en el tiempo" de Lala tvxq espero les guste y no olviden dejar un comentario ♥
Titulo: just
love me
Autor: Tamys
de Kim
Parejas:
YooSu
Género: slash, angust, lime
Extensión:
Oneshot
Advertencia:
ligero JaeSu
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Amor, muero por probar tus labios
Por ser el único en tus pensamientos.
Muero por ocupar un espacio en tu corazón…
Amor hoy muero al saber que tan solo fui un pasatiempo…
Pasado, presente y futuro
No pueden cambiar nuestro destino,
Es mejor dejar de existir, que sufrir una vez más por tu amor
malquerido.
Joseon hace 300 años.
Que podía esperar del amor si
solo era un “bastardo”, como así le
decía siempre su padre pero quería por lo menos una vez conocer que era sentir
ese cosquillo en el estomago como describían todas las personas a las que le preguntaba “¿ que sentían cuando
se enamoraban?” y todos respondían ” como un ligero cosquilleo en el estomago”. Y lo comprobó
cuando vio por primera vez a un joven de cabello largo y piel tan blanca, allí bajo la sombra de su árbol de cerezo
preferido, ese que se encontraba en
medio del bosque y ¿qué hacía muy especial al árbol?, el simple hecho de estar en medio de una cantidad de arboles
de roble. todos con sus hojas verdes con
gran follaje y su árbol en medio de toda
esa belleza natural haciendo que el bosque fuera como un pequeño paraíso y su
cumbre de esplendor era el árbol de cerezo cubierto de flores esperando por
caer como una lluvia rosa de amor, se escuchaba cursi pero a junsu le gustaba
ese nombre que le había puesto. Cuando las flores que habían terminado de
florecer caían al suelo, quiso ver de cerca a la persona que había descubierto
su paraíso entonces se acerco hasta su florido árbol, encarando al joven que
allí se encontraba, cuando el susodicho se percato de su presencia, giro su cuerpo y junsu quedo estupefacto ante su belleza y es
que no conocía a ningún hombre que
pareciera ser un ángel, golpeándose mentalmente al hacer tal comparación
sin duda era tan apuesto, el joven le sonrió, dio pasos lentos anunciando su
partida dejando a un chico como piedra que no decía nada y con las mejillas
sonrojadas que pensaba, que el día que lo vuelva a ver le preguntara
su nombre.
Y fue en ese momento que se dio cuenta que ese
cosquilleo en su estomago, se había instalado es posible que con solo ver a una persona le
pasara eso, el solo sabía que cuando esas cosquillas aparecían era porque
estaba enamorado, en conclusión se enamoro a primera vista y sonrió porque si
encontraba al muchacho una vez más volviendo a sentir ese cosquilleo, no
dudaría en tratar de acercársele así como
de ganar su corazón. Recordó como habían sido todos estos años sonriendo melancólicamente al recordar que
nunca sintió el amor por parte de alguien, bueno solamente de su madre pero
ella ya no se encontraba y su padre pues simplemente lo veía como un estorbo
aun y cuando no vivieran bajo el mismo techo.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: FLASHBACK :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Porque ese hombre que lo vio crecer
desde bebe no amaba a junsu, tal vez porque no es la misma historia donde
hombre y mujer se entregaban al amor, por consecuencia el bebe que crece en el
vientre de la mujer es el fruto de aquel sentimiento de pareja, tal historia nunca sucedió.
Una vez cuando Suk Jae ( padre de
junsu ) estuvo trabajando en la casa kim, durante toda la noche un ladrón entro a su
casa mientras su esposa dormía sin poder
percatarse del individuo, que cuando lo hizo fue demasiado tarde el hombre la
golpeo, abuso de ella dejándola embarazada. Su esposo comprendió porque la
amaba, nueve meses más tarde ese angelito que reposaba en los brazos de su
madre que si no llevaba su sangre no importaría, ama al bebe y es que dicen
que padre no es el que engendra sino el que cría.
Al principio su padre lo trataba
como un verdadero hijo lo cuidaba y protegía, pero poco a poco esto quedo atrás por culpa de
la gente que hablaba diciendo que su esposa era una cualquiera que junsu no se
parecía a su padre, logrando que ese amor que sentía por el pequeño muriera y
el odio reinara su corazón, junsu no era su hijo pero tampoco merecía ser tratado de esa forma, como un
pequeño niño puede comprender que el hombre que antes le decía cuanto lo amaba
ahora le insultara o incluso golpeara su rostro.
Después de varios años la madre
de junsu enfermo, por consiguiente en menos de un mes falleció, nadie sabía que
enfermedad la había atacado dejando a un junsu de tan solo 5 años solo en el
mundo. Porque no podía contar con su padre, apenas a su corta edad sabia cuanto odio el
hombre le tenía. Y esa en resumidas cuentas había sido la infancia del menor
con un padre que lo dejaba abandonado y sin comer durante días, si no fuera por
una anciana que se compadecía del pequeño, la viejecita le daba algo de comer y
en pago junsu la ayudaba en su casa en lo que sus pequeñas manos pudieran
trabajar. Así comprendió que si trabajaba conseguiría comida e incluso dinero
para algún día dejar la casa donde había
crecido, pero no fue necesario ya que al
cumplir 16 años su padre abandono el hogar
para instalarse en una de las habitaciones para los empleados de la
familia kim.
Y ahora a sus 18 años trabajaba en la misma casa que
su padre, no podía dejar el trabajo porque simplemente en otro lugar no conseguiría un mejor pago y alimento incluido,
mientras no se topara con su padre todo estaría bien, tampoco le importaba caminar hasta su hogar
después del trabajo, más bien se le hacía reconfortante ir por ese camino verde
y que a mitad del camino estaba el bosque donde su árbol florecía por ser la
temporada donde la lluvia de amor rosa de cada año llegaba y podría admirar, sentarse
bajo su sombra siendo el principal admirador de tan especial evento, imaginando
en algún día llevar a la persona con
quien le gustaría pasar el resto de su vida a ese lugar siendo el árbol testigo de su declaración de amor donde le
pediría unir sus vidas por siempre mientras la flores caen celebrando la unión
de sus vidas.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: FLASHBACK :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
No paso mucho tiempo para verlo, ya que al día siguiente en la casa donde
trabajaba como un sirviente, ante la imponente familia kim ayudando en lo que
fuera necesario, ayudando de vez en cuando a las mujeres en colgar la ropa de
los amos, otras en la caballeriza limpiando
a los caballos o alimentándolos y otras simplemente perdiendo el tiempo
como también su padre le decía, pero esa tarde todos los empleados fueron
reunidos en el patio ya que el hijo de los señores kim iba a ser presentado, nadie lo conocía sus padre habían
decidido mandarlo a estudiar a otra parte del país y lo visitaban una vez al
año.
Los señores de la casa salían al
patio con un joven detrás de ellos e instintivamente todos hicieron una venia.
Cuando levanto el rostro lo vio….vio a la persona de la cual se enamoro a
primera vista y su corazón palpito rápidamente, tal vez de emoción o quizás de
tristeza ya que ahora comprendía que su amor simplemente era imposible. Jaejoong
como a si se llamaba y era un año mayor que él, había regresado a casa a
trabajar como ministro junto a su padre en palacio, sabía que ni en sus mas
locos sueños ellos estarían juntos, por más que quisiera llegar a su corazón nunca seria
correspondido, el status social al que cada uno pertenecía era diferente,
cuando los señores de la casa terminaron el discurso todos volvieron a su
trabajo, junsu caminaba lentamente con la cabeza gacha su ilusión por ver a
jaejoong en el bosque se esfumo porque como
podría acercársele, si él es solo su
sirviente.
Una semana trascurrió en la cual
se propuso de meta olvidar ese amor que
sentía por su jefe pero no lo consiguió, pues como no enamorarse cada día más
de él. Si jaejoong es tan inteligente además de apuesto y por la forma en que trataba a todos sus empleados tan amablemente,
jaejoong era el hombre perfecto.
Se encontraba en su casa
arreglando su jardín o más bien lo que ahora se convirtió en un huerto…ese espacio donde podías ver algunas
hortalizas en pleno crecimiento lo que lograba en junsu sentirse tan orgulloso
de todo el esfuerzo que invertía en ese lugarcito donde: jitomates, lechugas y otras verduras mas iban
creciendo poco a poco. Era algo a lo que podría decir que era suyo, su propio
huerto y que estuviera rindiendo frutos.
Escucho el golpeteo de la puerta
señal de que alguien le visitaba, sonrió
pensando que se trataba de unos de sus amigos que trabajaban en la residencia
kim, salió a abrir la puerta llevandose una sorpresa porque no era un compañero o una persona
tocando en la casa equivocada, se trataba de jaejoong… ¡su jaejoong!…su jefe
que estaba parado en la puerta de su hogar con una radiante sonrisa.
- ¡Jaejoong – shi! – dijo un sorprendido
junsu al notar como el mayor le miraba y regalaba una sonrisa
- ¿No me permitirás entrar a tu
casa Junsu-ah?- decía el mayor con tranquilidad y junsu se preguntaba porque le
hablaba con tanta familiaridad si nunca habían cruzado palabra alguna, además él
solo es un sirviente mas ante la familia kim y por ende no pueden hablarse de igual manera
- ¡Oh! Pase por favor –
hablo con mucho respeto dejándolo pasar,
mirándolo sentarse en la única silla con la que contaba en su humilde hogar,
sintiéndose poca cosa, porque aunque quisiera construir algún sueño este
simplemente se desvanecía por su diferencia social, el nunca podría ofrecerle a
jaejoong algo de su categoría – ¿me buscaba para algo jaejoong-shi? – pregunto
evitando su mirada
-Claro que si junsu-ah – decía
cambiando el tono de su voz a una seductora acercándose a paso lento hasta
quedar frente a junsu – aquel día que te
vi bajo ese árbol de cerezo… - lo miraba fijamente - pensaba cuando seria la próxima vez que te podría
ver – acaricio su mejilla - pero no fue
necesario regresar a aquel lugar…
trabajas en mi casa y te observo todos los días – levanto su rostro
haciéndo que lo mirara – ¿sabes? He
soñado todos los días contigo desde que te vi por primera vez – decía mientras
acercaba su rostro al de junsu, que no salía de su asombro ante tal
declaración, se tenso cuando sintió los labios de su amor rozar apenas los
suyos suspirando porque en verdad creyó que lo besaría – quiero que seas mío
junsu – dijo jaejoong y beso sus labios, un beso tan calmado mientras su
corazón latía presuroso porque es su
primer beso. El primer beso que comparte con la persona que ama. Y tal
parece es correspondido. Se da cuenta que a jaejoong las clases sociales no le
importan y decide confiar en él, en entregarle su primera vez, porque esta
sería la primera de muchas otras en las cuales unirían sus cuerpos demostrando
que son la mitad del otro.
Jaejoong besaba a junsu con tal armonía sabiendo dé ante mano que era
la primera vez para el menor, eso lo notaba por su nerviosismo y falta de
avidez al besar, lo que hacía que le gustara ser el primero en marcar el cuerpo
de junsu. Lo toma de la mano y lo lleva hasta su futon donde le quito a junsu
por completo todo su hanbok, observando el cuerpo desnudo del menor, relamiéndose
los labios, lo beso fugazmente para después quitarse su propia vestidura quedando a los pocos minutos en el
mismo estado que junsu, viendo el rostro del chico estaba completamente
sonrojado, lo tomo por los hombros y lo pego a su cuerpo abrazándolo cariñosamente
dándole a entender que todo estaría bien, y supo que funciono porque al
instante junsu era quien ahora lo besaba.
Lenguas jugando una con la otra,
respiraciones chocando entre sí, dos cuerpos desnudos bajo un mismo techo entregándose por primera vez,
susurros de amor por un joven que comienza en el arte de amar y ser amado a
base de caricias, besos y muchas cosas más. Un pasaje estrecho que es dilatado
para que el miembro erecto de su amante pueda quitarle la virginidad a sus tan
solo 18 años, lagrimas que resbalan por
sus mejillas sonrojadas y unos ojos cerrados con fuerza ante la intromisión de
esa pedazo de carne que lo invade , cálidos besos que son depositados en su
pecho mientras logra acostumbrarse a la unión de sus cuerpos, embestidas lentas
que comienzan a ser rápidas y precisas, gemidos
que salen de sus bocas ante el
placer y sus labios rojos e hinchados por los besos. Susurros al oído del mayor
donde su joven amante le dice que lo ama. Palabras de pasión del mayor a junsu
diciéndole cuan estrecho es su pasaje, gemidos que pueden ser claramente
escuchados, si es que alguien pasara por casualidad por esa casa. Semen
liberado dentro del interior de junsu, algo de esa blanquecina sustancia
deslizándose por entre sus piernas, semen manchando la blanca piel de jaejoong
debido al orgasmo de su acompañante. Respiraciones agitadas que tratan de
calmar. Cansancio que llega a sus cuerpos después de tan grata acción de amor y placer. Jaejoong saliendo
del interior de junsu y recostándose a su lado, junsu abrazando al hombre que ahora es su
amante, aferrándose a su pecho sintiendo
el latir de su corazón. Dos cuerpos desnudos cada uno con sus propios sueños.
Uno sueña con el amor correspondido el otro con
volver a tener ese cuerpo bajo el suyo.
A la mañana siguiente, junsu
despertó y tanteo con la mano tratando de encontrar el
cuerpo de jaejoong pero no estaba. El mayor se había marchado sin siquiera
despedirse, no le tomo importancia así que junsu decidió seguir con su día, a lo mejor podría ver a jaejoong y quién sabe,
lo invitaría a entrar a su habitación.
Camino hacia la casa kim con una
gran sonrisa, la noche anterior había sido lo mejor, aun le dolía atrás pero
tendría que acostumbrarse si es que jaejoong quisiera hacer el amor seguido y
se sonrojo por los pensamientos que tenía en la mente, paso de largo por el
bosque en la tarde visitaría su árbol
predilecto y le contaría todo lo
sucedido con jaejoong, pero por ahora tenía que llegar rápido sino quería ser
regañado.
Su día continuo como otro día más,
ayudar a una de las mujeres a preparar pastelillos de arroz, ir a la
cabelleriza a alimentar a los caballos, cortar algo de leña. Todo el día fue un
ir y venir. No pudo ver a ajejoong tenía que estar ocupado se imagino, así que camino a casa pero antes paso por el
bosque y llego hasta el árbol de cerezo, se sentó y recargo la espalda sobre su
tronco. Le contaba al árbol como jaejoong había aparecido por su casa, que
jaejoong soñaba con él, sintiéndose sumamente feliz y es que junsu también
soñaba con jaejoon, le conto como había sido su primera vez, hablaba acerca de sus sueños, sí jaejoong le
amara tanto como lo hace el, a lo mejor podría
pedirle vivir juntos aunque la relación entre hombres está prohibida, quiso
soñar por una vez que la gente lo vería como algo normal, y allí estaba
junsu soñando despierto con el amor.
Cuando vio que era tarde el viento meció las ramas del árbol y las flores de
cerezo caían lenta y armoniosamente.
- ¡wow! Lluvia de amor – sonrio
junsu – gracias arbolito - dijo y camino
feliz ante ese momento especial que guardaría en su memoria.
Cuando llego a casa vio la puerta
abierta, se asusto, algo tembloroso entro a su hogar, noto la silueta de un
hombre y cuando este se giro suspiro aliviado pues se trataba de jaejoong pero
se estremeció al ver que su padre también se encontraba allí.
-Junsu – hablo su padre – el
joven jaejoong…te quiere en la cama otra vez – sonreía ese hombre mientras
miraba a junsu de pies a cabeza – al parecer eres bueno para algo
-¿Eh? ¿De que hablas padre? –
preguntaba un junsu con la voz temblorosa y el corazón afligido
-Que jaejoong me pago para
tenerte sexo contigo – dijo sin más su padre
notando como en los ojos de junsu las lágrimas se acumulaban
-¡Eso no es verdad! – grito junsu
conteniendo las ganas de llorar – jaejoong me ama…ayer nosotros….hicimos el
amor - miro a su padre fijamente aun con
el rostro teñido de rojo por la vergüenza de haber aceptado que estuvo con
jaejoong – jaejoong…dile a mi padre que
es mentira que le pagaste – esta vez miro a jaejoong quien solo estaba parado
escuchando la conversación que tenían padre e hijo
-Uhmmm…. Cuando te dije que te
amaba junsu? – dijo seriamente – y si le pague a tu padre, cas crees que me
enamoraría de un hombre…bueno más bien de un simple sirviente – miro a junsu
con desprecio – nunca tendría algo serio con una persona que no es de mi clase…
y por lo que veo fuiste tan iluso en
creer que te amaba acaso cuando gemía tu nombre te dije “ te amo”, claro que
no… - jaejoong camino a la puerta sin ningún remordimiento - si quieres que ganar una buena paga … dile a
tu padre que me busque – dijo y salió por la puerta dejando a un junsu con las
lagrimas desbordándose por su rostro.
-¡Estúpido! Esto era lo único
bueno para lo que sirve y lo echaste a perder – dijo furioso su padre y salió
de la casa azotando la puerta.
Junsu cayó de rodillas, es que en
el momento que jaejoong le preguntara
cuando le había mencionado que lo amaba algo en su cerebro hizo clic y es que
el mayor nunca le dijo tal frase… era imposible que solo lo haya utilizado, confio
ciegamente en su estúpido amor, limpiaba como podía sus lagrimas pero estas
eran remplazadas por lagrimas nuevas, se puso de pie y tomo una daga que tenia guardada debajo de su fuon que tenia para defenderse, salió corriendo a paso
veloz hasta llegar al bosque y adentrarse en él, cuando vislumbro su árbol de
cerezo volvió a caer de rodillas , le narraba al árbol cuan tonto había sido
que la noche mágica que había pasado con jaejoong, solo fue un acostón para el
mayor porque le había pagado a su padre, se recargo en el árbol y lloro tan
fuerte. Sus sollozos se escuchaban claramente ante el silencio del bosque, su espalda resbalaba por el tronco del árbol
hasta que quedo sentado sobre el suelo.
-Tan solo soy un bastardo….como
mi verdadero padre – suspiro tristemente – nunca debí haber nacido, mi madre
debió abortar y así esto no hubiera pasado- encogió las piernas y se abrazo a
ellas, olvidando que traía la daga en una de sus manos – arbolito si me voy
para siempre podre ver a mama aunque te extrañare, pero ella es la única que de verdad me amo… -
levanto su rostro mirando la luna llena de esa noche, saco la daga de su funda.
Había tomado una decisión , para que seguir viviendo si su padre lo odiaba , la
persona a quien ama solo lo quiere para sexo, con la mano temblorosa paso la
daga por su mano izquierda cortando torpemente sus muñeca viendo como
lentamente salía la sangre, suspiro pensando en su madre y lo mucho que la
extrañaba, cerró los ojos y tomo con la poca fuerza que le quedaba en la mano
izquierda corto de un tajo su muñeca, dejo caer el arma , las lagrimas seguían
su camino por la mejilla de junsu, sus manos a cada costado de su cuerpo y las
sangre sin dejar de parar, manchaba el
pasto verde – adiós arbolito… - suspiro pesadamente – ojala que alguien que en
verdad sea amado como…no lo fui yo… te encuentre – una lagrima solitaria cayo
de su mejilla al suelo – cumpla la promesa que no pude hacer….- y un último
suspiro salió de su boca.
El cuerpo inerte de junsu debajo del árbol, era como una bella pintura….junsu bajo las
ramas del árbol con una lluvia de flores de cerezo en una noche de luna llena
encajaban a la perfección, donde el árbol no tiraba las flores por amor…más
bien lloraba la perdida de aquel joven que una vez quiso creer que existía
alguien para él.
Seúl época actual
Corría velozmente con su corazón
acelerado, tenía que salvar el pellejo o esos individuos lo golpearían hasta
matarlo y sinceramente su vida valía mucho, corrió no sabiendo la ubicación
donde se encontraba, pero eso no
importaba debía perderlos, parecía que
aquellos maleantes traían un radar porque por más que quisiera simplemente no
los perdía y corría aun mas rápido …corría
con toda el alma hasta que llego a un parque, en el cual habían arboles de gran tamaño y edad…lo sabía porque recordó
que en más de dos ocasiones había estado allí , esquivaba arboles, piedras que
lo hacían tropezar de vez en cuando hasta que llego a un árbol de gran tamaño y
con flores que caían por ser la temporada
en que todo árbol de cerezo florecía, corrió hasta el árbol y trepo como
pudo a su copa escondiéndose entre el follaje rosa , escuchando a lo lejos las
voces de esos hombres que lo perseguían, cuando por fin llegaron al árbol de
cerezo los hombres miraban alrededor, se
acercaron a paso lento hasta el árbol sonriendo de medio lado porque sin duda
presentían que yoochun se escondía sobre la copa del árbol, pero para su
sorpresa al rodear el árbol uno de los individuos encontró el cuerpo de un
joven sentando con la espalda recargada sobre el tronco del árbol y los ojos cerrados.
- ¡Oye! Ven acá!- grito el hombre
a su compañero
- Que quieres imbécil…- dijo
quedándose mudo al momento que vio el cuerpo del joven – pobre imbécil se mato
vestido de esa forma….- rio – parece un perdedor con esa vestimenta
- ¡Cállate! – Grito el otro hombre – ¿ahora qué
hacemos? Si nos quedamos aquí y alguien llega nos van a querer enjaretar el
muertito – dijo disgustado ante el hecho de ir a prisión por una muerte que no
era su culpa – mejor vámonos…. La presa de hoy se nos escapo….
- Era un gran pez….- dijo
fastidiado – corrimos tanto para que el maldito hijo de papi se nos escapara –
escupió hacia el cuerpo yaciente sin vida y caminaron alejándose del árbol de
cerezo, perdiéndose entre la oscuridad
de los arboles.
Cuando yoochun ya no los escucho
decidió bajar y cuál fue su sorpresa al constatar que en verdad había un
muerto, pero él no lo había visto tal vez por la prisa de salvar su vida, se
acerco al muchacho y miro sus muñecas que tenían un corte horizontal y que aun
sangraban.
Observo su rostro el cual estaba
de lado, con una expresión que le daba a entender que solo dormía, noto como una lagrima caía por su mejilla
derecha y se sorprendió nuevamente… ¿acaso el chico aun estaba con vida?, sin
pensarlo dos veces acerco su mano a su cuello y le tomo el pulso notando que
aun lo tenía, débil pero aun seguía
vivo, corto de la ropa del joven dos
trozos de tela y las amarro a sus muñecas para que el liquido rojo que brotaba
de ellas menguara, lo cargo a su espalda y corrió no tan rápido como hace unos
momentos en que le perseguían esos hombres que al perecer lo querían
secuestrar, aun seguía fatigado pero milagrosamente a unas calles del parque estaba un hospital e
ingreso inmediatamente gritando dentro del lugar que necesitaba ayuda. Y así
como grito un doctor y varias enfermeras llegaron a socorrerle, les dijo que el chico se corto las muñecas y
que no sabía cuánto tiempo llevaba perdiendo sangre pero que aun tenía pulso.
Rápidamente el doctor y las enfermeras acostaron a junsu en una camilla e inmediatamente se
dirigieron a urgencias.
Yoochun esperaba en la sala del
hospital preguntándose qué hacia ese chico y con esta vestimenta, que él solo
había visto en obras de teatro y museos, porque a comparación de un hanbok
normal, el del joven misterio lucia viejo y desgastado como si lo usara a
diario, cosa que ninguna persona de su
edad vestiría para salir a pasear. Tan sumergido estaba en sus pensamientos que
no noto cuando el doctor se había parado frente a él.
- disculpe joven – hablo el
doctor con toda tranquilidad – ¿es usted familiar del muchacho que ingreso ? –
yoochun miro al doctor pensando en las
palabras que debía responder
-si… – Dijo – es mi primo – con
los nervios a flor de piel fue lo único que se le vino a la cabeza y notando
que el doctor había caído en la mentira
-bien…el joven perdió bastante
sangre pero esta fuera de peligro – decía el doctor – necesito que nos dé el nombre de su primo y
en 1 o 2 días puede ser dado de alta- y así como termino de hablar, el médico se marcho, comprendiendo yoochun que
debía mentir nuevamente al no saber el nombre del joven.
Al día siguiente en la habitación
de yonhwan que inteligencia la de
yoochun ponerle el mismo nombre que su hermano, pero como dice el dicho ojos que no ven
corazón que no siente, al fin y al cabo nadie de su familia se iba a enterar.
Los ojos de junsu se abrían poco a poco acostumbrándose a la luz del día.
- ¿cómo te sientes? – le pregunto
yoochun sonriéndole cálidamente a junsu
- ¿yo…dónde estoy? – abriendo los
ojos de golpe al notar la forma en que yoochun vestía además del sitio en el
que se encontraba – ¿estoy en el cielo? – pregunto inocentemente junsu
ocasionando las risas del otro
- si esto fuera el cielo… no
tendrías esas vendas en las muñecas – decía mientras le señalaba los vendajes,
junsu miro las líneas de tela que cubrían las heridas que él se había provocado
y sus ojos se aguaron, recordando el motivo del porqué se había lastimado
- entonces ¿dónde estoy? – miro
directo a los ojos de yoochun
- estas en el hospital…te
encontré casi muerto y te traje aquí
- ¿hospital? ¿Por qué vistes tan
raro? ¿Que son esas cosas de afuera? - preguntaba junsu con obvio nerviosismo y
es que comprendía que no estaba en casa
y que de nada le servía armar un alboroto si estaba solo con un desconocido
- ¿vestir raro? Si mi ropa es de
la última temporada – decía yoochun mientras observaba toda su vestimenta – eso
de allá afuera son los edificios de la ciudad…. No te hagas el loco como si
nunca hubieras visto uno – decía tratando de controlar su paciencia
- edificios… - murmuro – ¿en qué
parte del reino estoy? – pregunto respirando profundamente
- ¿reino?… ¿cual reino? – respondía
con una pregunta yoochun – esto es corea del sur….y específicamente estamos en
el hospital de Seúl
- ¿y a cuantos kilómetros queda
de joseon?
- ¿joseon? En verdad estás
loco…joseon existió hace 300 años- decía mientras masajeaba su frente, en
verdad junsu lo estaba sacando de quicio – no sé cómo te pude ayudar….
Junsu bajo la cabeza y las
lagrimas resbalaban por su mejilla, que
era eso de que joseon existió hace 300 años….si apenas ayer se encontraba
trabajando para la familia kim…apenas hace
una noche se cortaba las venas debajo del árbol de cerezos. Yoochun noto que
lloraba y se acerco para abrazarlo pero instintivamente junsu lo alejo no
quería que nadie le tocara. ¿Cómo estaba en otra época que no era la suya?,
preferiría estar muerto a saltar en el tiempo 300 años, en un mundo malo o
inclusive peor que el suyo. Yoochun volvió intentar abrazarlo y lo consiguió
junsu no le aparto quedándose de esa manera por un rato hasta que la puerta de
la habitación se abrió, entrando el
doctor con una sonrisa en el rostro.
- Veo que ha despertado joven
yonwhan – decía el doctor mientras junsu
miraba a yoochun como preguntándole quien era esa persona
- Si doctor despertó hace poco –
hablo yoochun para evitar que junsu metiera la pata
- Oh… que bueno – de pronto la
cara alegre del doctor cambio por una seria – por otra parte joven, si piensa
morir espere a envejecer… si no lo hubiera encontrado su primo en este mismo
instante estarían velando su cuerpo - “eso
es lo que quería, morir” pensó junsu y bajo la cabeza ante el regaño que le
daba el doctor – mañana al medio día podrá irse a casa – termino de decir y se
marcho de la habitación
- a casa… – murmuro casi para sí
mismo – yo no tengo casa – yoochun alcanzo a escuchar la última frase y su
corazón se contrajo, porque alguien como ese chico, que parecía ser tan amable y buena persona a simple vista no
tuviera un hogar, no lo dudo un minuto y tomo la tomado la decisión de llevarlo
a vivir con él, hasta que se recuperara. Pero antes que todo debía saber su
nombre
-¿cómo te llamas?
-junsu… - respondió tristemente –
- ¿ junsu qué? – volvía a
preguntar
-kim junsu –suspiro al recordar
que jaejoong y él tenian, el mismo apellido pero su estatus social era muy diferente
-soy park yoochun, mucho gusto –
dijo, le estiro la mano en forma de saludo a lo cual junsu miraba su mano y
después el rostro de yoochun dudando de si debía hacerlo o no, no pudo terminar
su elección porque la mano de yoochun busco la suya terminando su presentación
- yo… ¿por qué no me dejaste
morir? – pregunto sin mas junsu
-como iba a dejar hacerlo….sería
una tontería además alguien te estará buscando y descubrir que estás en la
morgue seria un dolor terrible para tus familiares – respondía yoochun algo
alterado ante la pregunta de junsu
-ah…yo…yo – no sabía bien cómo
explicarse – ¡yo no soy de aquí! – dijo rápidamente
-eso ya lo sé….- respondió – tal
vez te escapaste de algún centro mental y por eso te ibas a matar
-¡no es eso! – miraba de un lado a
otro buscando las palabras adecuadas que decirle a yoochun – soy de joseon… -
bajo la mirada – yo vengo de esa época
que tú dices existió hace tantos años – yoochun abrió los ojos completamente y
después comenzó a reír, al parecer junsu
era un buen actor, sonaba tan convincente lo que decía, que podría tomarlo como verdad – ¡es cierto! –
Grito molesto junsu porque yoochun no le creía – en verdad yo vivo…vivía allí –
sollozando ante el hecho de no poder
volver a su hogar-
-junsu…- murmuro – no puedo creer…que
vengas de ese tiempo – decía seriamente yoochun, ya que al ver a junsu
sollozar comprendía que él no estaba
mintiendo- me es un poco difícil de creer junsu…pero si tú dices que es verdad,
te creo – dijo mientras volvía a abrazar a junsu para que se tranquilizara – no
puedo prometerte que encontrare la manera de regresarte a tu época….porque
simplemente estaría engañándote, así que por el momento tu vivirás conmigo
-no me conoces…. – decía entre
sollozos
-no necesito conocerte para saber
que eres una buena persona- levanto el rostro de junsu haciéndole mirar y le
sonrió- mañana iremos a mi casa y allí vivirás, ¿entendido?
-está bien – sonrió levemente
Al día siguiente, como dijo el
doctor eran las 12 del día y junsu caminaba al lado de yoochun avergonzado por
la ropa (prestada por parte de yoochun ) que usaba, el pantalón le quedaba
ajustado en la parte de su trasero y la sudadera le quedaba grande de las
mangas , yochun sonreía al ver qué
lindo era junsu cada que se sonrojaba y
admitía que el menor, porque si yoochun
era unos meses más grande que junsu. Admitía que junsu es una persona hermosa
exterior e interiormente.
Para junsu todo era extraño y al mismo tiempo fascinante, conoció lo que era
el elevador en su corta estancia en el hospital, un auto así se llamaba esa máquina de metal que fácil podría superar
a un caballo en velocidad , conoció el teléfono celular porque observaba a
yoochun hablar por teléfono mientras conducía. Cada cosa que le intrigaba le
preguntaba a yoochun y este le decía el nombre y para que servía.
A una mes desde que yoochun
encontrara a junsu en aquel parque, todo iba con calma junsu se iba adaptando a
su situación actual aunque a veces por la noche yoochun lo escuchaba llorar y
mencionar el nombre de una persona en sueños. Durante el día mientras yoochun
trabajaba en la disquera como compositor, junsu limpiaba el departamento, lavaba la ropa como le había enseñado yoochun
en la lavadora o prepara algo sencillo de comer. El menor sentía que era una
nueva oportunidad en su vida, ser libre y feliz al lado de yoochun que es tan
bueno era con él. Imaginarse tener una relación
con yoochun era imposible, aun no olvida
a jaejoong pero yoochun no era como él, sin embargo era preferible desconfiar aunque sea un poco a
volver ser engañado
-yoochun-ah, ¿dónde me fue que me
encontraste? – Pregunto de repente –
-en un parque al norte de la
ciudad, ¿porque la pregunta junsu? – dejo de ver el televisor, ya que estaban viendo un drama que a junsu le encantaba donde la historiase
llevaba a cabo en la época donde vivió,
las cosas como las describían en el drama no eran iguales, los sirvientes limpios, el
joven amo de la casa casándose con la pobre sirvienta, nunca vio eso en joseon.
Pero le gustaba imaginar que su vida tal vez hubiera sido de esa forma si
jaejoong no le hubiera engañado.
-quiero ir a ese parque – miro a
yoochun de reojo – ¿me puedes llevar? –
-claro que si – respondía alegre
yoochun – si quieres vamos en ese instante
-si por favor – dijo junsu
emocionado y poniéndose de pie, no sabía porque pero tenía que ir a ese lugar
Yoochun tomo las llaves del auto,
salieron del departamento entre risas, el motivo junsu al salir a toda prisa
del departamento no se fijo y choco contra la pared. La escena había sido tan
graciosa que yoochun estallo a carcajadas mientras junsu hacia lindos pucheros para que el otro
dejara de reír pero solo conseguía que yoochun riera más fuerte.
Aparco el auto a una calle del parque, junsu al bajar sintió
que conocía el lugar así que sin esperar a que yoochun bajara comenzó a caminar
a paso lento, reconociendo todo a su
paso. Yoochun al notar la ausencia de
junsu miro al frente y camino lo más
rápido que pudo hasta alcanzarlo y ver que junsu lucia tan concentrado adentrándose cada
vez más en el bosque. Y llegar por fin al centro donde un árbol de cerezo
dejaba caer una que otra flor, debido a que la temporada estaba terminando y el árbol
apenas tenía follaje suficiente para cubrirse. Cerró los ojos y lentamente los
abrió, reconociendo ese árbol de enfrente, corrió a abrazarlo a pesar de tener
3 siglos su árbol seguía tan hermoso como en el pasado.
-arbolito…- sonreía
con la mejilla pegada al árbol - este lugar es mucho mejor que mi hogar – decía
mientras una lagrima caía al suelo – ¿sabes?…ese chico de atrás, es muy bueno… él me gusta…- le decía al árbol
con un leve sonrojo – tal vez, aquí está
mi verdadera felicidad – y el aire agito las ramas del árbol, una lluvia de
flores de cerezo apareció. yoochun miraba encantado la escena y es que junsu
lucia tan tierno mientras abrazaba al árbol y la flores caían a su alrededor.
Dejo de abrazar al árbol y regreso al
lado de yoochun sonriéndole, diciéndole
que podían regresar a casa.
Regresaron al departamento en un
silencio agradable, yoochun sentía aun ese cosquilleo en el estomago, cuando
vio a junsu sonreírle al árbol de cerezo después de abrazarlo. Junsu queriendo que
su cariño mute en amor hacia yoochun que
camina a su lado.
Otro mes pasaba, para junsu volver a su época había
quedado en el pasado, el vivir con yoochun era lo mejor que le había sucedido
hasta la pesadillas que tenia con jaejoong se fueron, en su lugar sueños donde
yoochun como su protagonista eran el pan de cada noche. A veces las manos de ambos chicos llegaban a encontrarse cuando miraban tele o
sus mejillas se ruborizaban cuando alguien por la calle les confundía con una
pareja de novios. Junsu se emociono
cuando vio a una pareja de hombres y uno de ellos tenía el vientre abultado por
lo que le pregunto a yoochun, el porqué de la pancita del hombre a lo que
yoochun le respondió que el hombre estaba embarazado, que había hombres con la
capacidad de poder crear un nuevo ser. Ser hombre y poder tener un hijo, le
había gustado la idea de ser appa u omma, sin darse cuenta tomo la mano de yoochun, y
sus corazones palpitaron con más
intensidad. junsu quería declararse a yoochun pero tenía miedo de no ser
correspondido. Así que planeo una cita con su chunnie como lo llamaba en
secreto, esa noche yoochun llegaría más
temprano de lo usual, le advirtió a yoochun que no llegara tarde que le tenía
una sorpresa y el mayor asintió sonriéndole y despidiéndose con un suave beso
en la frente de junsu, ambos se sonrojaron
otra vez mas.
Preparo una cena que consistía en
algo de pescado y pasta, adorno la mesa con una vela al centro y se puso la
mejor ropa que tenia, unos pantalones de mezclilla y una playera negra de
tirantes con un saco que yochun le regalo, le hubiera gustado usar uno de los
trajes que vestía su chunnie pero todos le ajustaban su parte trasera además no
quería que yoochun se enojara con el por dañar su ropa. El reloj marcaba las
ocho de la noche, no tardaría mucho en que yoochun regresara del trabajo, lo
esperaba impaciente mirando hacia la puerta principal esa noche si todo salía
bien podría ir al árbol de cerezo y decirle que por fin era correspondido en el amor.
Las nueve de la noche y aun junsu
le esperaba, pensaba que yoochun tuvo un imprevisto y debía quedarse un poco
más de tiempo trabajando, después dieron las diez luego las once y yoochun no
aparecía, se sintió triste porque su chunnie no llego a la hora prometida, la
vela se había terminado, la comida fría y el moría de sueño, decidió irse a dormir
mañana si yochun preguntaba inventaría algo. El reloj marcaba las doce junsu
estaba en su cama tratando de conciliar el sueño cuando escucho la puerta del
apartamento abrirse, yoochun había llegado además de su voz escucho una voz más que acompañaba al
pelinegro. La voz era de una mujer y los celos aparecieron como yoochun llegaba
tan tarde acompañado de una mujer pero se tranquilizo cuando yoochun le decía a
la chica de nombre Min que el dormiría en el sofá y ella en su habitación, y se
acomodo en su cama tal vez la mujer solo era una compañera de trabajo, y confiaba en que el pelinegro correspondía a
sus sentimientos, el sueño lo venció aunque quería averiguar qué pasaba en la
sala porque ruidos extraños se escuchaban, pero morfeo fue más fuerte y termino
venciéndolo.
Por la mañana, junsu se levanto y
camino a la sala donde no encontró a
yochun en el sofá pensó que tal vez se encontraba en el baño y era verdad, el susodicho salía con una sonrisa y la toalla
enredada en su cintura, junsu trago saliva y se sonrojo.
-junsu buenos días – decía
mientras se acercaba a junsu y revolvía su cabello – ¿y esto? – pregunto al ver
la mesa arreglada –
-era una sorpresa yoochun - sonrió
leve – es que….yo quería...- y sus
palabras se murieron cuando vio la puerta
de la habitación abrirse y de ella salía la chica que había escuchado la
noche anterior cubriéndose con la sabana de la cama
-¡yoochun oppa! – corrió la chica
a abrazar a yoochun sosteniéndose como podía el pedazo de tela que cubría su
cuerpo desnudo - pensé que me habías
abandonado – dijo para después besar los
labios de yoochun, al ver la escena junsu solamente bajo la cabeza y se fue
directo a su habitación, otra vez….otra vez volvía a sufrir, la única
diferencia era que yoochun no sabía nada de lo que sentía. Se encerró todo el
día llorando en silencio., yoochun ni siquiera se había despedido, tal vez ni siquiera noto su ausencia. Porque
la vida lo trataba de esta manera si el tan solo quería ser amado.
Acostado sobre su cama levanto
sus manos y vio las marcas de aquellos cortes que se hizo para dejar de vivir,
jaejoong fue cruel con él, al solo engañarlo para complacer su deseo sexual, a yoochun
no puede echarle la culpa si el mismo se había engañado con todas aquellas
muestras de afecto que el otro le daba. Esa noche yoochun no durmió en casa y
junsu supuso que estaba con esa mujer. Ahora estaba solo ni siquiera salió a
buscar algo de comida. El teléfono en la sala sonaba pero no contesto y el
mensaje de voz se activo.
“junsu no llegare a dormir, tengo algo importante que hacer, nos vemos
hasta mañana en por la tarde”
-si como no…- junsu no creyó en
esas palabras porque se escuchaba música de fondo y la respiración de alguien
al lado de yoochun tomo la almohada y se tapo con ella el rostro llorando y
maldiciendo su vida hasta que morfeo volvía a llegar y lo arrullaba entre sus
brazos.
Un nuevo día, con los ojos rojos
y las ojeras pronunciadas, junsu decidió
ir por algo de agua a la cocina, al
salir de la habitación y pasar por
la sala vio que las cosas aun seguían allí, así que limpio todo dejando la sala en su
forma original como si nunca hubiera planeado algo tan romántico para
profesarle su amor a yoochun.
La noche volvió a caer y yoochun
llegaba al departamento, noto que las luces estaban apagadas, ni siquiera
escucho la voz de junsu dándole la
bienvenida con alegría, camino hasta la
habitación de junsu, abrió la puerta encontrando al menor abrazando la almohada
llorando. Yoochun entro y camino hacia a cama sentándose en la orilla, acaricio su cabello, junsu se levanto de golpe
y quito la mano de yochun, empujándose hasta una esquina de la cama.
-¿junsu que te pasa? – dijo
preocupado
-nada yoochun… - limpiándose las
lagrimas – solo quiero estar solo – abrazaba sus piernas flexionadas –
-junsu como me dices que no te
pasa nada, si llego y no soy recibido
con una de tus sonrisas y además te encuentro llorando – decía
-¿acaso soy tan importante? – sonríe de lado
-¿junsu porque actúas así? –
miraba con mucha preocupación a junsu y es que en el tiempo que llevan viviendo
juntos nunca había visto esa faceta de depresión en el menor
- yo…yo quiero regresar a mi
hogar – escondía el rostro entre sus piernas- ya no quiero vivir en este
época…ya no quiero estar contigo…. – yoochun sintió su pecho oprimirse por las
palabras de junsu, porque quería irse de su lado, si lo quiere mucho y su
cerebro hizo clic, junsu estaba enamorado de él
-junsu…- vacilando si preguntar o
no – ¿tú me amas? – le pregunto, al
momento de escuchar esas palabras junsu levanto la cabeza, notando yoochun el
sonrojo en el rostro de junsu y como las lagrimas caían de sus hermosos ojos
-¿para qué lo quieres saber
yoochun? – lo miraba tristemente esperando quizás que yoochun le dijera esa
frase que hace dos días quería escuchar de sus labios – ¿acaso tu me amas?
-yo…- bajo la cabeza y junsu
comprendió que no lo amaba, todas esa muestras de cariño le hicieron
ilusionarse con el amor del hombre que se encontraba en la misma habitación
-lo entiendo…tu ya tienes novia y
ella es muy bella – tratando de sonreír – perdona el haber confundido tu cariño
con algo mas – y se volvió a acostar dándole la espalda a yoochun, haciéndole entender que lo dejara solo y así
fue yoochun salió de su habitación,
marchandose a la suya mientras se rascaba la cabeza, había lastimado a
junsu, una parte de su corazón sabia que lo quería y la otra tenía miedo de que
junsu desaparecía, si el apareció de la nada de igual forma se iría.
Una semana silenciosa transcurrió,
yochun ni siquiera había aparecido por el departamento durante toda la semana,
junsu llorando porque yoochun le evadía con no aparecer. ¿Tan malo era amarle?
Y salió del apartamento de yoochun, camino durante la noche hasta llegar al
parque para visitar el árbol de cerezo y contarle su nueva pena.
Yoochun regreso al departamento
para hablar con junsu, estaba decidido a arriesgarse y confesarle que tal vez
no lo amaba pero que quería tener algo formal, que le enseñara a amar porque su vida se había hecho pasadera y
agradable a su lado, comprendía que no podía vivir sin él. Cuando entro al
departamento no se le hizo raro ver las luces apagadas, fue directo a la
habitación de junsu y el no estaba, así que busco en el baño y tampoco, busco por todo el lugar, junsu se había marchado no podía llamarle, el
menor no tenia teléfono y buscarlo con algún amigo era peor que llamar, porque
junsu no salía a menos que yoochun le pidiera que lo acompañara. Se sentó en el sillón de la sala pensando
donde podría estar y la imagen del árbol llego a su mente salió a toda
velocidad del departamento
Le dolían los pies pero por fin
había llegado al parque, emprendió el camino
dentro del bosque apoyándose en los arboles, sin dormir ni comer y el
haber caminado tanto estaban haciendo estragos con su cuerpo que lo sentía
débil y pesado, pero llego al centro y fue hasta el árbol que ahora no tenia ninguna flor, solo las ramas y
sonrió melancólicamente, se sentó y
apoyo la cabeza en el árbol cerrando los ojos y liberando todo su dolor.
Condujo a toda velocidad
esquivando autos y salvándose de chocar cada que el semáforo estaba en luz
roja, cuando llego hasta el árbol de cerezo pudo ver a junsu sentado y camino
lentamente, junsu no se percato de su
presencia así que se sentó en el otro
extremo el árbol escuchando todo lo que junsu contaba
-arbolito… quiero irme – suspiro
– pero no quiero regresar donde esta mi
padre y….jaejoong – yoochun se pregunto quién era el tal jaejoong y porque junsu decía su nombre con un sentimiento tan
doloroso – volví a terminar como un estúpido, arbolito….chunnie tampoco me ama
– ¿chunnie? Se pregunto yoochun y le gusto ese apodo que le había puesto el
menor – el día que iba a confesarle cuanto lo amo….- suspiro - llego con
una chica y pensé que solo era una compañera de trabajo – rio irónicamente ante
su comentario – en verdad soy un tonto alguien como yoochun nunca se fijaría mi…
padre tenía razón…solo soy un bastardo pero omma no tenía la culpa de que ese
hombre abusara de ella… omma hubiera interrumpido el embarazo… es lo mejor que
pudo haber hecho - quedo en shock al
escuchar como había sido concebido junsu – al fin y al cabo ella me iba a dejar
solo….- junsu encogió las piernas y se abrazo a ellas – ya sabes que mi padre
nunca me amo..Que cuando me enamore de jaejoong todo fue una mentira que cual estúpido enamorado deje
que me tomara – comenzaba a llorar de nuevo – que mientras hacíamos el amor, yo le susurraba que cuanto lo amaba y el…el
solo me utilizo….le pago a mi padre cual prostituta al que pagan por su servicio – yoochun no podía creer
que la vida de junsu era tan oscura , como un padre puede vender a su hijo o
como ese tal jaejoong pudo aprovecharse de él -
creí que la vida me había dado una segunda oportunidad…. me equivoque…ni
en el pasado…tampoco en este presente y aun si fuera al futuro mi amor nunca
será correspondido….-levanto el rostro mirando
hacia la luna – hoy hay luna llena como el día en que me quite la vida por jaejoong
Y no soporto mas escuchar a junsu
se puso de pie, rodeo el árbol quedando
frente a un junsu que lo miraba sorprendido, se arrodillo y lo jalo de los
hombros abrazándolo fuertemente queriendo decirle con ese abrazo que no llorara
-¿qué haces aquí yoochun? –
pregunto junsu con el rostro escondido en el pecho de yoochun
-fui a casa y no te encontré….me
desespere al no saber dónde estabas y recordé este lugar quería explicarte
todo…esa mujer con la que me viste solo fue una aventura entre ella y yo, no había sentimientos
puramente pasión – lo separo de su pecho para poder ver su rostro – escuche
todo junsu….
-no quiero tu lastima yoochun
- le dijo mirándolo a los ojos, era
verdad no quería que yoochun le pidiera algo solo por tenerle lastima
-junsu no es así…no puedo decirte
que te amo – decía notando como la mirada de junsu se opacaba – te quiero junsu
…quiero despertar contigo todas las mañanas a mi lado…quiero volver a ver tu
sonrisa cada que llego al departamento – acaricio su mejilla – quiero que el
sabor de tus labios se me quede impregnado y volverme adicto a ellos….
-yoochun..- murmuro avergonzado
por la declaración –
-¿junsu aun quieres irte? – pregunto temeroso ante la
respuesta que le diera el menor
-si… - dijo entristeciendo a
yoochun – quiero irme contigo… a casa
yoochun – sonrió y deposito un casto
beso en sus labios, yoochun respiro aliviado al terminar de escuchar por
completo la frase y esta vez fue él quien beso los labios de junsu en un beso
por demás dulce –
Se fueron de aquel lugar tomados
de la mano, comenzando desde cero, para
que su relación florezca al máximo como lo hace ese árbol cada mes de abril.
Llegaron al departamento y sorpresivamente yoochun abrazo la cintura de junsu
por detrás y le pide que duerma están noche con él, Junsu asiente avergonzado y se encaminan a lo que
será su nuevo dormitorio. Entrando por primera vez en toda una semana en la habitación
de yoochun, este lo giro dejándolo de frente y acerco su rostro besando sus
labios, sintiendo lo suaves que eran,
profundizo mas el beso y metió su lengua dentro de la cavidad bucal del otro.
Pronto las prendas de ambos se encontraban tiradas en el piso, se sonrieron mutuamente y volvieron a unir sus
bocas lentamente, ambos sintiendo ese cosquilleo en el estomago, yoochun recostó a junsu suavemente en la cama
besando cada porción de piel que descubría, junsu jadeaba ante la caliente
lengua de yoochun sobre su piel, sentía
como su miembro endurecía por el placer. Cuando yoochun llego a su entrepierna
comenzó a lamerla mientras escuchaba leves jados de su pareja y hacían que su
propia entrepierna palpitara de dolor por no ser atendida, el menor arqueo la espalda ante el placer de
tales caricias propinadas por yoochun, era la primera vez que le hacia un oral
y se sentía extasiado, la succiones de yoochun
estaban volviéndolo loco enredó los dedos en su cabello y sus gemidos
inundaban la habitación. Uno a uno fue
introduciendo sus dedos dentro del pasaje de junsu sin dejar de lamer su
miembro, escuchando los quejidos que salían de la boca del menor y cuando su
entrada estuvo lo suficientemente dilatada, perfilo su duro miembro en la entrada
del estrecho pasaje penetrándolo lentamente y al llegar al tope espero a que
junsu se acostumbrara.
Embestidas lentas, corazones
latiendo a un mismo ritmo, aprendiendo a amar…. cuerpos que se acoplaban a la
perfección, pieles sudadas que les daban un tono a perlado, junsu se aferro a la cintura de yoochun y las embestidas fueron
más profundas tocaban el punto exacto donde junsu gemía más fuerte y pedía que
no parara. Ambos sintiendo una punzada en su bajo vientre, el orgasmo llegando
a sus cuerpos, yoochun corriéndose dentro
de junsu y el otro terminando entre sus torsos. Sintiendo aun los espasmos de
tan exquisita entrega yoochun saco su miembro y se acostó al lado de junsu
jalándolo para que se acurrucara entre sus brazos, durmiendo placenteramente ante
una verdadera entrega al amor.
Un año había trascurrido, se
encontraban de pie, bajo las ramas de
ese árbol de cerezos que florecía, en plena estación de primavera,
exactamente estaban en el mes de abril, yoochun recordaba el cómo conoció a junsu y agradecía
a dios por dejar que fuera él quien lo encontrara. Junsu
sonreía porque yoochun era su verdadero amor….se había mudado a una casa donde había
un jardín y en el cual junsu puso un pequeño huerto que a esta fecha daba sus
frutos. Iba a hablar pero la voz de yoochun lo interrumpió-
-arbol…hoy parados bajo tu sombra
quiero prometerte que nunca dejare de amar a junsu…sé que es un poco
escandaloso e hiperactivo pero así lo amo – volteo a mirar a junsu quien estaba
sonrojado y haciendo un leve puchero – el te prometió que cuando fuera
correspondido traería a esa persona ante ti…pero más bien fuiste tú quien nos
reunión bajo tus ramas aquel día de abril hace ya un año…hemos peleado pero las reconciliaciones
son las mejores, ¿no es así baby? – le guiño a junsu quien ahora parecía un
tomate completamente rojo de verguenza.
-arbolito…. – fue el turno de
hablar de junsu- no le has caso a chunnie, es un pervertido – sonrió – sabes arbolito ahora vivimos en una
casa enorme y tengo un huerto…como el que tenía antes…-emocionado – además
chunnie me presento a su familia ¿sabes? su hermano se llama yonwhan, con razón
me confundí ese día del hospital cuando
me llamaron por ese nombre – rio y yoochun
por detrás pasos sus brazos alrededor de su cintura, abrazandolo
cariñosamente y dando cortos besos en su
cuello, junsu tomo las manos de yoochun y
las bajos hasta su vientre – además hoy en este lugar tan especial para los dos,
quiero darles una sorpresa –ladeo el
cuello para ver a yoochun – chunnie…en unos meses esta familia de dos…tendrá un
nuevo miembro – giro por completo el cuerpo y paso los brazos alrededor del
cuello de yoochun, observando el rsotro de confusión de su novio quien no
entendía la indirecta.
-junsu… - murmuro – están
diciendo que….estas en estado….¿vamos a ser papas? – lo miro sorprendido por la
noticia y lo abrazo fuertemente, lo miro nuevamente y beso sus labios sellando
sus promesas. Esperando que en un futuro su amor siga floreciendo y nunca se
marchite, porque después de 300 años tuvo que volver a confiar en el amor para
ser completamente feliz y el otro aprendió que era amar de verdad.
FIN
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