-Capitulo 3 –
-¡hey Changmin!
¿qué tal todo por allá? – pregunto un animado Yoochun, contento de recibir la
llamada de su casi hermano.
-le dije a Junsu
de tus planes de quedarte en nueva york – lo dijo sin tajo.
-¿Por qué
hiciste eso? – hablo irritado de que Changmin se metiera en sus asuntos
personales.
-¿Por qué? –
sonaba molesto – él seguía esperándote, tu no viste su rostro lleno de ilusión
cuando pronuncie tu nombre, tu no fuiste
quien vio como su corazón se hacía añicos al saber que su amado Yoochun no
pensaba regresar a Corea – grito en el teléfono – ¡le hice un favor, Yoochun!
Porque sí por ti fuera nunca le hubieses llamado para terminar con él o peor
aun se pasaría toda su vida esperando al que es el amor de su vida. – la línea
quedo en silencio – esto fue lo mejor
para Junsu.
-ya lo entendí.
Te acostaste con Junsu ¿verdad? Por eso le contaste de mis planes te gusto como
es en la cama o ya se, te hizo la mamada
del siglo que ahora lo quieres para ti.
-estás loco,
Yoochun. Tengo una novia a la cual nunca engañaría. Yo no soy tu y si aprecias
nuestra amistad es mejor que te abstengas de decir más palabras – gruño, su
amigo a veces era demasiado imbécil – Yoochun en otra ocasión seguimos, porque
tengo unas irremediables ganas de darte un buen puñetazo en el rostro – escupió
con malestar - en este momento necesitas pensar y date cuenta que eres un verdadero hijo de puta – fue lo
último que escucho Yoochun antes que la llamada se cortara.
-¡maldición! –
Colgó el teléfono con fuerza – Junsu ya no es ni será parte de mi vida, lo que
hizo Changmin estuvo bien – se dijo no confiando en sus sentimientos había aun
rastros de Junsu en su corazón.
Al cabo de tres
meses, Junsu y Jaejoong estuvieron a prueba por el jefe, varios clientes habían
salido heridos por Jaejoong y en el caso de Junsu, solo fue para irlo sacando
poco a poco de esa vida. Junsu en raras ocasiones pensaba en Yoochun, un día
simplemente no acepto ser el de abajo y jodio al cliente, a opinión de Junsu
fue su culpa agriarle el día. Le molesto escuchar al hombre alabar a Yoochun,
los magníficos edificios que diseñaba y la suerte que tenia de andar con
hombres tan bellos. Eso simplemente lo enfureció, su cliente quiso prepararlo
pero Junsu se negó discutieron un momento hasta que Junsu lo convenció con su
carita más tierna, no tuvo oportunidad ante la ternura que Junsu destilaba y
para cuando se dio cuenta, el pobre hombre era taladrado por el pene de Junsu,
sus nalgas teñidas de rojo por las nalgadas recibidas. Al final no fue tan malo
para el hombre, salió de la habitación de Junsu tocándose detrás, con un
malestar de incomodidad al caminar pero la sonrisa en su rostro delataba que lo
gozo, había gritado como una puta y no le importo Junsu si que sabía cómo
complacer a los clientes.
-Junsu el jefe
quiere verte – gritaron desde afuera.
-mmm….estoy
seguro que también llamo a Jaejoong – ríe bajito – ¿a quién habrá atado esta
vez hyung? – sale de su habitación soltando tremenda carcajada al recordar al
cliente de Jaejoong despotricando contra el jefe cuando su empleado lo ato e
hizo cosas que no quería, escupiendo que él era un hombre y no un marica que le
gusta recibir por detrás, esa noche Jaejoong paso una semana fuera del negocio,
lo que unos vieran como una bendición Jaejoong lo tomo como el peor de los
castigos y lo más extraño el jefe había pedido a Junsu hacerle compañía, cosa
que no discutió serian como una semana de vacaciones.
Los días que
pasaron ambos jóvenes juntos los hizo conocerse y encontrar cosas en común. Jaejoong
le conto que él quería ser un gran chef, que incluso en los ratos libres tomaba
cursos en línea, aunque fuese solo para aprender nuevas técnicas. También le
conto su triste historia de amor, incluso que en varias ocasiones se encontró
con el maldito bastardo que lo engaño,
el tipo era casado y con tres hijos, su mujer ya esperaba el cuarto. Junsu
también se confesó y le hablo de Yoochun, su encuentro con Changmin y su sueño
de ser maestro, sin embargo tenía que pagar primero la deuda de sus padres para
después conseguir su sueño.
-Junsu, siéntate
– ordeno el jefe sin levantar la vista de los papeles que revisaba, se
sorprendió un poco al no encontrar a su hyung y se encogió de hombros tomando
asiento – en una semana termina tu trabajo conmigo, lo que consigas en ella
será para que puedas vivir por un tiempo – Junsu quedo impactado.
-¿Por qué? Aun
falta mucho por pagar….
-Junsu, he
decidido cancelar el restante de tu deuda. Tienes buenas ganancias, no tan
buenas como antes…- la habitación quedo en un mortal silencio - después de lo
de Yoochun, las quejas de los clientes por tu falta de sumisión, no hay otra
opción que dejarte ir.
-Jefe… - no
podía formar palabras coherentes - ¿usted me deja ir? – Pregunto con un ligero
temblor, las lagrimas reuniéndose en sus ojos, no era capaz de asimilar las
buenas nuevas -¿Por qué lo haces?
-ya te lo
explique Junsu, causas más problemas de lo que generas dinero – suspiro el
hombre – además tu nunca debiste estar aquí. Tu lugar es otro. Anda Junsu ve a
tu habitación y comienza a buscar donde puedas quedarte. A partir de este
momento el dinero del cliente que te escoja por una semana va a ser todo tuyo.
– finalizó y terminaron la reunión firmando
los papeles donde especificaba que la deuda de Junsu quedaba cancelada. Por
otro lado los papeles también especificaban que Junsu tenía prohibido regresar
al edificio.
Junsu fue
corriendo a la habitación de Jaejoong
pero este no se encontraba una de las chicas le comento que Jaejoong fue
contratado por alguien con bastante dinero y lo llevo con él a Japón por un
mes, lo que el millonario pago por Jaejoong alegro al jefe que cerraría el
negocio por un día y llevaría a todos de fiesta. Eso entristeció a Junsu porque
no iba a poder despedirse de su amigo, no podría visitarlo después porque Junsu
se marcharía a Busan, donde nadie lo
conociera.
Regreso a su
habitación y guardo en una caja los
regalos que le hicieron algunos clientes. La maleta la haría en su último día,
le daba flojera estar metiendo y sacando ropa. Tocaron a la puerta y una figura
familiar entro a la habitación.
-Changmin…
-hola de nuevo,
Junsu – saludo con pena-te preguntaras que hago aquí – Junsu asintió – necesito
un favor.
-¿un favor? –
Junsu se preguntaba en que podría ayudar a alguien como Changmin.
-quiero que
vengas conmigo a Nueva York.
-¡que! – chillo
Junsu.
-lo que dije,
ven conmigo a Nueva York Junsu – espeto – claro que te pagare… solo debes
acompañarme y hacerte pasar por novio de un amigo.
-no – respondió
de inmediato – no lo hare, no importa cuánto me pagues, ni las explicaciones
que me des, Changmin. No voy a ser ahora tu
juguete solo para que Yoochun se moleste – comento con enojo - ¿quieres
molestarlo? Busca otra manera de hacerlo, pero no cuentes conmigo.
-Pero Junsu, es
una oportunidad para ti, volver a verlo, conocer otro país aparte ganarías algo
de dinero – trato de convencer a Junsu pero este negó con la cabeza – bien, no
lo hagas. Conozco a otras personas de aquí con quien Yoochun se acostaba, no
fuiste el único Junsu. Yoochun pago a otros cuando decía estar en algún
proyecto o fuera de la ciudad. Tú fuiste su favorito, de quien se enamoro sin
embargo su amor no dura mucho tiempo y eso tú ya lo sabes – finalizo y salió
con paso firme del lugar dejando a Junsu con una punzada de dolor en el pecho,
así que su amor no era exclusivo. Mientras el daba su amor entregadamente
Yoochun pagaba a otros lo que tan fácil
podía Junsu habérselo dado.
Con la visita de
Changmin, Junsu perdió el ánimo para ir de fiesta con los demás. Busco en la
caja donde guardo las pertenecías que le habían regalado, entre pequeños
muñecos de peluche hayo hasta el fondo de la caja el teléfono celular que
utilizaba para llamar a Yoochun, lo encendió por curiosidad, marco el numero
uno y en automático se marco el numero de Yoochun.
El primer beep
se escucho…Junsu solo veía inerte la pantalla. Al segundo una lagrima rodo por
su mejilla y al tercer sonido, sabía que
nadie contestaría. Finalizo la llamada con el corazón acongojado, afuera los
gritos de felicidad competían contra su tremenda tristeza. Vio por una última
vez el fondo de pantalla, Yoochun lucia impecable aun dormido. La foto la había
tomado mientras Yoochun descansaba de una genial ronda de sexo…pagado… mas
lagrimas cayeron por sus mejillas.
El zumbido del
teléfono que estaba en vibrador, lo tomo
por sorpresa, no conocía el numero, se limpio las lagrimas y con curiosidad
contesto.
-¿Hola? - se escuchaba voces al fondo.
-hola – esa voz
congelo hasta los huesos a Junsu –tengo una llamada perdida, estoy algo
atrasado así que rápido dime en que puedo ayudarlo – contesto amablemente
Yoochun.
-¿No me
recuerdas? – trataba de hablar sin que sus nervios lo traicionaran, después de
casi un año volvía a escuchar la voz de Yoochun.
-hmmm… se que la
lada es de corea pero no me es familiar tu numero ¿de dónde te conozco?
-Changmin tenía
razón – murmuro mas para sí, pero Yoochun había escuchado.
-¿Changmin? ¿Qué
tiene el que ver contigo? – pregunto con confusión.
-¿en verdad no
te acuerdas de mí, Yoochun? – Sollozo - ¿tan poco valía mi amor? ni siquiera
reconoces mi voz.
-¿Junsu? –
Contesto rápidamente - ¿Changmin te pidió que hablaras conmigo? ¿Cuánto te
pago? – Pregunto fastidiado -por mucho que lo intente no regresare a corea, el
ya lo sabe, no sé porque te mete a ti en nuestros problemas, tu significas nada
para mí – ouch eso dolió.
-dejaste claro
hace tiempo que no significaba nada – decía entre sollozos – pero escucharlo de
tu boca… lo confirma todo.
Bebé ¿puedo comprar el reloj que vimos
ayer? - se escucho a alguien en el fondo
preguntar.
Claro, lindura.
Te lo mereces – contesto Yoochun a la persona – Junsu ¿Qué es lo que quieres?
-nada.
-¿nada?
¿Entonces para que llamaste? – se escuchaba molesto.
-no imagine que
fueras a responder…antes no lo hiciste…
-y Changmin ya
te dijo que no volvería y que te olvidaras de mi.
-este es el
verdadero Yoochun ¿no? El dulce y amoroso nunca existió solo era una máscara,
un disfraz para que creyera en algo no era…
-Junsu…
-te deje hacerme
el amor sin condón, eso demuestra cuanto te importaba – dijo dolido -¿a cuántos
más les dijiste lo mismo, Yoochun?
-¿Junsu de que
hablas? – preguntaba confundido Yoochun.
- ¡por dios, Te
deje follarme sin condón! – grito al
auricular – ¡te acostabas con otro mientras estuviste conmigo! nunca fui
suficiente por eso buscabas placer en otras personas…nunca debí creer en tu
supuesto amor y que pagarías mi deuda yéndote a otro parte a trabajar…solo
querías una excusa para largarte y lo conseguiste, adiós bebé - se despidió con la misma palabra que había
escuchado y colgó.
No espero una
respuesta de Yoochun ¿para qué? Una respuesta no cambiaría nada. Apago el
teléfono y lo boto a cesto de la basura. Esos recuerdos lindos que tenia de
Yoochun se pintaron de negro, Yoochun no lo quiso sino además lo engaño. Y no
por el hecho de que Junsu trabajara vendiendo su cuerpo no significaba que no se protegía, el pedía
cada tres mese una prueba además de pedirles a sus clientes usar protección.
Pero con Yoochun fue diferente, le hizo sentirse amado. Lo convenció de un amor
inexistente y le permitió marcar su cuerpo sin ningún tipo de protección para
que al final todo fuese una mentira. Yoochun era un lobo con piel de cordero.
-bueno respondió
changmin semidormido.
-¿Qué carajos le
dijiste a Junsu? – le grito Yoochun por el auricular.
-no entiendo –
bostezo.
-Junsu llamo… me
dijo que cuando estuve con él yo me acostaba con otros, no entiendo ni una
mierda ¡explícate Changmin!
-no pensé que te
llamaría – sonrió – simplemente le dije que él no era el único que cuando tu le
decías estar ocupado o de viaje era porque estabas con otra persona.
-¿Por qué lo
hiciste? – la sangre le hervía a Yoochun.
-bueno…quería
llevara a Junsu que se hiciera pasar por
novio de alguien pero no acepto – suspiro – le iba a pagar muy bien, pero dijo
que no. Así que le conté lo de que lo engañabas. Y no pensé que fuera a
llamarte y que tú responderías, tanto lo has olvidado que ni siquiera recuerdas
su número de teléfono. Las palabras que le dije solo fueron para descargar mi
ira por no aceptar, no pretendía lastimarlo…
-la jodiste
Changmin…
-y a lo grande…
cuando regrese a Seúl le pediré disculpas. Cambiando de tema ¿para eso
llamaste? Si Junsu no significa ya nada para que molestarse en llamar y
reclamarme que lo herí.
-bueno…- no
sabía que decir, ni el mismo se entendía – que te importa Changmin, discúlpate
con Junsu y para que me deje en paz.
-pues con lo que
le dije y lo que quizás tu le hayas dicho es más que posible que te deje en paz
para siempre – esas palabras no le gustaron a Yoonchu – buenas noches – se
despidió y sin más corto la llamada.
-¡maldición! –
colgó con fuerza el teléfono.
-¿sucede algo,
cariño? – pregunto su servicial acompañante.
-vete…cómprate
ese reloj y no regreses hasta que te llame – se sirvió un trago que bien le
hacía falta.
-este bien –
contesto de inmediato el muchacho y dejo el apartamento de Yoochun a prisa no
iba a hacer enojar más de la cuenta a
quien pagaba muy bien por sus servicios.
- Junsu… te juro
que te ame – bebió de su trago – solo que cambio mi objetivo.
Una semana más
tarde, Junsu se encontraba con maleta en mano y caja de regalos en la otra
diciéndoles adiós a todas las personas con las que convivio por más de seis
años. Su jefe le entrego un sobre con una pequeña cantidad de dinero alegando
que era para una emergencia, la recepcionista no dejaba de llorar y otras más
le hacían compañía. Lo más triste fue no poder despedirse de Jaejoong, su hyung
pero si el destino lo quisiera en un futuro se volverían a encontrar.
Con sus únicas
posesiones salió del edificio donde las personas pagan por placer. Otras
simplemente pagan a cambio de un poco de amor. a cada paso el lugar donde una vez
solía vender su cuerpo para pagar una deuda iba quedando atrás junto con su pasado. El
futuro es hacia adelante y Junsu caminaba para poder alcanzarlo como una vez lo
tuvo planeado, su meta estaba cerca.
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AAAAHHHH continuacion, que capitulo mas triste y a la vez da mucha bronca, me encanta este Junsu que a pesar que le rompieron el corazon no deja que lo pisen va a tratar de olvidar a Yoochun y me parece muy bien...
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