Titulo:
Pequeño
diablillo – capitulo 1 –
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:::::::::::::: YOOCHUN ::::::::::::::
Yoochun corría
por todo el pasillo de la estación, tenía que correr con todas sus fuerzas o
el último tren lo dejaría, sabía que era
día feriado y el medio de transporte que a diario usaba dejaría de pasar dos
horas antes de lo usual. Faltaban menos de dos minutos para que el tren llegara
y todavía le faltaban cien metros para llegar a la línea que lo llevaría de
vuelta a casa.
Estaba seguro
que como él había decenas de hombres que olvidaron el horario y viajaría como en auto sardina, apretado
y respirando el fuerte olor a sudor de
todos los hombres en el pequeño espacio. Escucho el sonido estridente del tren
aproximándose y utilizo las últimos refuerzos de energía para llegar justo a
tiempo, así como entro en el vagón atiborrado de personas las puertas se cerraron
y Yoochun dejo escapar un profundo suspiro, respiraba agitado limpiando con la manga de su saco todo el
sudor acumulado en la frente y aquel que escurría por ambos lados de su rostro. Yoochun estaba
equivocado, se imagino que cuando
subiera al tren, este no estaría lleno de personas pero no fue así, el espacio
estaba casi a reventar que no podía siquiera moverse de su lugar ¡fuck! Maldijo para sí mismo si no le
hubiera pedido la cita a su compañera de trabajo y esta no lo rechazara Yoochun
no habría ido al primer bar que encontró y no estaría apretado entre toda la
variedad de hombres que se encontraban a su alrededor. Escucho un quejido a su
lado y de inmediato se disculpo no sabía porque pero lo hizo, el hombre al otro
lado de la puerta del vagón con piel
canela solo le sonrió lascivo y Yoochun rodo los ojos, para varia después de
decidirse a pedirle una cita a Ji hyo y ella lo rechazo, se encontraba con un
hombre coqueteándole. Para no ver al hombre de piel morena y sonrisa ladina se
dio la vuelta viendo las afueras, todo lo que veía era oscuro y otros pedazos
de paisaje que son alumbrados por los postes de luz, se encontraba tan
ensimismado que la mano de alguien vagando por el costado de su cadera lo
alarmo, trato de voltear el cuerpo
pero no pudo cuando el tren llego a la
estación y la gente comenzó a bajar, la mano del desconocido se frotaba sobre
su sexualidad mientras el susodicho se embarraba como mantequilla al pan contra su cuerpo y Yoochun solo quería que
las puertas se cerraran para darle su buen merecido al pervertido que osaba
tocarle. Se imaginaba quien podría ser y sus puños se cerraron de cólera, el no
era un marica como así suelen sus compañeros de trabajo llamar a los homosexuales ¡vaya! Que él no tiene
prejuicios moralistas ni es mucho menos
homofóbico pero que lo estén tocando tan descaradamente es otra cosa.
Las puertas se
cerraban de nueva cuenta, el vagón comenzaba su lento andar y como una señal
para Yoochun, este se giro de inmediato y con facilidad puesto que la mayoría de
las personas descendieron en la parada anterior. Hizo frente a su acosador encontrándose con un
hombre centímetros más pequeño que Yoochun,
el hombrecito le sonrió tímido y todas las ganas que tenia Yoochun de
molerle la cara se esfumo, no podía creer que este sería su acosador así que
busco al de sonrisa lasciva y lo encontró aun a su lado frotándose
descaradamente con otro hombre de tez blanca y lechosa, sus miembros estaban
expuestos y la mano del moreno sujetaba ambos penes mientras su boca se ocupaba
del largo e exquisito cuello del otro hombre.
-¿te gusta lo
que ves? – le pregunto el hombrecito de cabello oscuro y ojos color caramelo
-tsk…no- escupió
las palabras más para convencerse que para convencer al otro, ver a aquel par
le excito, el otro rio bajito y Yoochun de pronto se imagino hacer lo mismo con
el de risa aguda, se sacudió la cabeza por el pensamiento, el no es gay y no le
atraen los hombres así que ¿por qué anda pensando idiotez y media con el más
bajo?
Su mente se
hundió en lo más profundo de sus pensamientos que de nueva cuenta no percibió
aquel cuerpo pegándose al suyo cada vez más, cuando el primer roce y ese gemido
quedo del acosador Yoochun encontró que su acosador era el hombrecito y que sin
pudor ni vergüenza o miedo a ser golpeado se frotaba contra él, La mirada de aquel sujeto que minuto antes
era de dulzura se transformo en una de lujuria, sus ojos destilaban deseo…deseo
por Yoochun.
:::::::::::::: JUNSU ::::::::::::::
Junsu observaba
con deseo a la parejita que se encontraba en plena acción, sentado dos lugares
más adelante de la puerta del vagón y
según el pretendiendo leer un artículo sobre los mejores animes cosa que no
hacía, su vista esta fija en el moreno y el de piel blanca besándose sin pudor,
las mejillas de Junsu lucían un rosado mientras sus piernas no dejaban de moverse, la erección dentro de su pantalón
crecía a cada instante y no era el único, vio a un hombre parado al otro
extremo de la puerta que también veía hacia la pareja y su linda sonrisa y la
cara de niño bueno se borro dejando salir el pequeño diablillo que es. Ya había
visto a Yoochun cuando subiera al vago pero no
le dio importancia su radar gay no dio señal alguna que Yoochun lo fuera
pero tal parece se había equivocado. Así que decidido se encamino hacia Yoochun no sin antes rozar el trasero
del moreno, ya detrás del pelinegro que era unos centímetros más altos de Junsu
inicio su plan, su primera acción fue tocar la cadera del pelinegro quien se
sobresalto ante el toque pero no hizo nada más que quedarse estático. Junsu
sonrió para sí mismo y su erección
brinco de felicidad pronto tendría al pelinegro arrodillado chupándosela. Junsu
se mordió el labio inferior para no gemir sus propios pensamientos lo estaban
traicionando, la voz de conductor del tren resonó por el espacio señalando la
próxima parada cosa que aprovecho Junsu, la persona se atiborraron en la
entrada y Junsu tomo la oportunidad dad, comenzó a frotarse contra la espalda
de Yoochun, su erección se rozaba en
medio del trasero del pelinegro y una de sus manos viajo a la entrepierna de
este. El tren se detuvo y las personas descendieron y el vago quedo casi
completamente vacío.
De pronto el
pelinegro se dio la vuelta y Junsu retrocedió, se fijo en los puños cerrados
del pelinegro “¡oh oh! Problemas” se
dijo. Cuando el pelinegro encontró a su
abusador, ósea, Junsu quedo extrañado por el hombre castaño y una vez mas Junsu
tuvo una oportunidad al pensar en frio y hablarle al pelinegro con naturalidad
y le pregunto si le agradaba el espectáculo de Yunho y Jaejoong. Yoochun no
dijo nada pero la mirada de Junsu lo decía todo.
-creo que estas
confundido – le dijo el pelinegro y se alejo de Junsu hasta quedar en el otro
extremo del vagón.
-puedo estarlo
pero a mí me gusta lo que veo y quiero lo mismo… – comento Junsu sin tapujos
sentándose al lado de Yoochun y regalándole una sonrisa de un millón que puso
más nervioso al pelinegro - contigo…
-no soy gay –
dijo serio el pelinegro.
-¿y? – cuestiono
Junsu y sin importarle las pocas personas que viajaban y que probablemente
abandonarían el vagón en la próxima parada, Junsu se monto a horcajadas sobre
Yoochun, se meneaba de adelante a atrás dejando su trasero perfectamente
alineado contra la entrepierna del pelinegro - ¿no te gusta? – Pregunto
cerca….muy cerca de los labios de Yoochun - esto se pondrá interesante… - sonrió
Junsu y antes que Yoochun protestara, Junsu estampo los labios contra los del
pelinegro deslizando la lengua dentro de la boca de Yoochun, un beso erótico,
profundo y caliente. Las caderas de Junsu se movían con frenesí mientras
devorabas su bocas y Junsu sonrió de lado durante aquel candente beso al sentir
las manos del pelinegro apretar su bien dotado trasero con las manos mientras
le empujaba contra su adolorida erección encerrada bajo su pantalones.
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Ajenos a las
miradas de los presentes, Junsu se meneaba contra la dura erección de Yoochun y
su compañero sentía la del castaño y esos pantalones cortos y ajustados a la silueta de Junsu no
hacían nada más que delinear cada curva del hombre. El pelinegro no sabía
porque su cuerpo respondió a los besos de Junsu y no importa en verdad si es gay o no. El redondo culo de Junsu no
hace otra cosa que demostrarle que ser gay no es malo y que no se siente mal,
al contrario disfruta a tope de cada meneo, cada beso y cada gemido proveniente
de Junsu que lo calienta de sobremanera. Su pene está listo para enterrarse en
el pasaje del castaño.
-¡dios que bien
se siente! – dice Junsu contra los labios de Yoochun y este solo asiente con la
cabeza, dándole la razón al castaño
- que buen
culo….- dice el pelinegro mientras le da un apretón a los redondos globos de
Junsu – yo nunca… - no termina la frase porque Junsu ya le ha besado de nueva
cuenta y con brusquedad que a la hora de
separar sus bocas un hilillo de saliva corre por la comisura de sus labios
-seré tú primero
– responde con una sonrisilla deslizándose por el regazo de Yoochun hasta
quedar de rodillas y abrir las piernas del pelinegro y situarse
en medio de ellas – huele bien… - comenta y aspira la entrepierna de Yoochun
donde su pene pulsa por el gesto tan
erótico de parte de Junsu
-¡fuck! –
maldice y es que las traviesas manos del castaño han atrapado su erección,
sobándola mientras escucha a los lejos los comentarios de una par de ancianas
que los miran con estupefacto y no tacha de sin vergüenzas y asqueroso la
escena frente a ellas y así como llegan a la siguiente parada ambas mujeres
bajan como alma que lleva al diablo dejando a los amantes continuar con su
labor
No dicen muchas
palabras, solo gimen y se dejan llevar. Junsu mira a donde se encuentra la otra
pareja donde prácticamente el moreno martilla al de tez pálida. Follándolo
rudamente y el pene de Junsu se emociona si se puede aun mas. Como gato en celo
abre el pantalón del pelinegro y saca el prominente miembro que ya exuda
pre-semen y la boca de junsu se hace agua y no duda en probar el pene de
Yoochun. El pelinegro echa la cabeza atrás con un gemido gutural, la boca de
Junsu ha envuelto la cabeza de su pene deliciosamente, chupando lento y
succionando tan fuerte que siente que sus bolas se comprimen. Nunca se imagino
que tendría sexo en un vagón y mucho menos que con quien lo tuviera fuera
hombre y no se arrepiente porque este desconocido al que ni siquiera se
presento, le está matando de placer con la boca tan follable que posee.
Junsu levanta la
vista y esa sonrisa cargada de lujuria
no desaparece de su rostro, admira los rasgos faciales de Yoochun, el
desconocido a quien le chupa el pene, no le interesa conocer el nombre del
pelinegro su único deseo es empalarse y tener dentro el falo de Yoochun,
cabalgarlo como el jinete experimentado que es.
-¡maldicion, no
pares! – grita el pelinegro por la falta de atención a su pene, puesto que
Junsu se ha quedado vagando en sus
propias fantasías sexuales
-lo siento… - se
disculpa y vuelve a la tarea de consentir el falo del pelinegro, entierra por
completo el rostro entre las piernas de Yoochun sintiendo como la punta en
forma de hongo alcanza su garganta y Yoochun cree que no durara mucho en
correrse, el adorable diablillo sabe a la perfección como usar su boca.
Yoochun no
quiere ser quien acate las órdenes de Junsu así que lo toma desprevenido y lo
jala del cabello, llega a escuchar un gruñido por parte del castaño pero a él
le vale una mierda que el otro proteste, es el turno de Yoochun de ser el
alpha. Tan pronto sus rostros están cerca uno del otro Yoochun devora la boca
de su contrario, besándole con brusquedad no hay tiempo de ser suaves de lo
contrario llegara su parada y bajara con un
grave problema entre las piernas.
-mi turno –
murmura contra los labios del castaño y le regala una traviesa sonrisa a Junsu.
Aunque este falto de experiencia, Yoochun como hombre conoce los puntos
sensibles que a todo ser del sexo masculino los hacen delirar.
Volviendo a la
posición original, de Junsu sentado a horcajadas sobre su regazo con las
piernas a los costados. Yoochun pasea el rostro por los montecitos que
sobresalen de la playera del castaño y atrapa el primero con los dientes
lanzando en el cuerpo de Junsu una descarga de éxtasis, lo hace gemir y ese
sonido le encanta y vuelve a repetir la acción ganándose un gemido más. Las
manos del pelinegro se hacen camino
entre las ropas de Junsu, una mano vaga por dentro de su playera posándose en
su cintura baja para sostenerlo y que no vaya a caer mientras la otra se ha
adentrado en el pantalón.
-mierda…-
masculla, se ha dado cuenta que Junsu no trae ropa interior – sexy – dice sin dejar su labor en los pezones de Junsu,
la playera de este se había vuelto transparente dejando entre ver los
montecitos color marrón y Yoochun
disfruta de la vista y de lo sensible que es el castaño
La mano del
pelinegro amasa el culo de Junsu tanto como puede y el castaño se frota contra
la entrepierna del otro consiguiendo que ambos giman, este hombre para ser
primerizo es bueno…muy bueno en pensamientos del castaño.
-¡sí! – grita
con un agudo gemido, un dedo de Yoochun ha rozado su fruncido anillo y ruega
por mas
-¿quieres esto?
– le pregunta al castaño hundiendo el dedo índice en la entrada de Junsu,
gimiendo al mismo tiempo que el otro - ¡fuck! Tan apretado… - comenta jadeante,
mueve el dedo en círculos para estirar el agujero del castaño y poder albergar
su pene, ya se imagina lo apretado que va
a estar su falo, su pene gotea mas pre-semen y nota la parte delantera del pantalón del
otro se está humedeciendo con su propia esencia.
Junsu por su
parte necesita que el pelinegro agregue un dedo o dos más en su interior, por
el rabillo del ojo ve a la otra pareja
tirados en el suelo, el moreno aquel
tiene en cuatro al de piel blanca en la típica posición de perrito,
igual que los animales se mueven a un ritmo desquiciado, ellos también lo están
disfrutando y espera con poca paciencia a que el pelinegro se hunda por completo en su interior.
Con dos dedos
ahora y agregando un tercero Junsu no puede esperar más y monta los dedos del pelinegro cual vaquero del medio oeste. Quedan pocas
paradas y si no se apuran llegaran la
base del tren o inclusive ser atrapados
por los guardias una vez que lleguen al final de la ruta. Junsu abre sus propios pantalones bajándolos
como puede hasta debajo de las rodillas, los dedos de Yoochun lo tienen
goteando pre semen a full y si no hunde el grueso pene de su amante terminara
corriéndose sin haber disfrutado de una buena follada con un desconocido.
Sin mirones a la
vista Yoochun baja con ansias al mas bajo de su regazo dejándolo de pie, le
hace que se sostenga del pasa manos, mientras Junsu tan obediente como un
cordero cumple cada petición del pelinegro, la piel se le ha puesto de gallina
cuando Yoochun le baja el pantalón y roza su erección contra la raja de sus
nalgas. Cual experto amante gay se maneja Yoochun clavándose de un jalón en el apretado culo de
Junsu, para que hacerlo rogar y torturarse a ambos si lo que quieren es una jodida rápida, los
juegos preliminares los tienen a explotar y sus testículos reventaran si no
descargar todo su espera.
Sin esperar a
que el otro se acostumbre a su pene clavado hasta la empuñadura, Yoochun
comienza su entrada y salida de Junsu. Maldice por lo apretado del pasaje y le habla lo más sucio que su mente pueda
maquilar, por el otro lado Junsu se enciende mas ante cada “gimes como una puta, tan apretado y rico, te
voy a dejar lleno de mi leche”. Se empala
cuanto puede y grita cuando el pelinegro toca su próstata.
Al otro lado del
vagon la otra parejita sigue su propio juego Yoochun ve al de tez blanca a
cuatro patas pidiendo más como gato en celo mientras el moreno se clava con
rudeza y le masturba, una escena erótica parecida a las de una peli porno.
-¡asi! ¡jodeme! –
clama Junsu , no le importa que sus brazos estén perdiendo fuerza en el agarre
y termine de boca mientras Yoochun le
folle es lo único que le basta.
-con esa boquita
besas a tu mama – comenta el pelinegro y le da un golpe en el culo dejando la
marca de su mano sobre el redondo globo. Se siente pedido en el placer, el
aroma a sexo y lo bizarro de la situación lo ponen tan cachondo que se agarra
de ambos lados de la cadera de Junsu aumentado la fuerza de sus embestidas, lo único
que escucha es el chasquido de sus bolas chocar contra el trasero del otro, los
gemidos de Junsu resuenan por el lugar. Ahora que solo cuatro personas quedan y
todas ellas están disfrutando de una buena jodida porque no gemir como lo hace
en casa.
- ¡me voy a
corre!- grita Yoochun moviéndose frenéticamente hasta que sus testículos se contraen con el inminente orgasmo,
una sola embestida y se clava lo mas que puede descargando su esperma en el
interior de Junsu. Sabiendo que el otro aun no se libera Yoochun aun con los espasmos
de su orgasmo toma la erección pasando el pulgar por debajo de la cabeza
enviando olas de placer en Junsu que aun sigue unido al pelinegro y se mueve
contra este. La mano del pelinegro es rápida bombeando de arriba abajo, dándole
uno que otro apretón hasta que Junsu no pudo más y con un fuerte gemido se corrió
en la mano de Yoochun quien lo sostenía para que no cayera puesto que a la hora de correrse
Junsu soltó su agarre del pasamanos. Los chorros de calientes esperma llenaron
la palma de su mano y le dio un tirón más a la erección para que toda la esencia
de Junsu saliera.
-eso…fue…- dijo
Junsu con los ojos cerrados disfrutando aun de su reciente follada y corrida.
-si… - fue lo único
que comento el pelinegro antes de sacar su pene del interior de Junsu.
Yoochun vio la
mano con la que masturbo a Junsu preguntándose como la limpiaría, si lo hacía
en el pantalón iba a quedar en vergüenza cuando llevara el traje a la tintorería,
sumido en su dilema de limpiar su mano Junsu se le adelanto y lamio todos los
restos de su semen para al último
compartir un candente beso donde el pelinegro probo el sabor del más bajo.
-nos vemos –
comento junsu después de romper el apasionado beso y se acomodo sus rompas y
ayudo al pelinegro con las suyas.
Al tiempo que terminaba
de acomodar el pene de Yoochun dentro de su pantalón el tren paro y las puertas
se abrieron, con un último beso Junsu se despidió del extraño y bajo del vagón
justo cuando la alarma sonó indicando que las puerta se cerrarían. Con un leve movimiento
de manos Junsu despedía a su desconocido amante quien lo miraba con una ligera
sonrisa y sacaba la lengua para deslizarla por el borde de sus labios.
Yoochun tomo
asiento, pasando la vista por todo el lugar y encontrando a la otra parejita arreglando
sus ropas mientras se devoraban de vez en cuando las bocas. Yoochun hecho la
cabeza atrás no podía creer que había tenido sexo con un extraño en un tren y
mucho peor con un hombre, pero bueno le encanto y quien sabe tal vez dejaría a
las mujeres un tiempo e iría a la caza un buen culo que follar
Fin
Cuarteto de exhibicionistas!!!!
ResponderEliminarpero me encanto ese Junsu todo atrevido y pervertidor xD !!!