CAPÍTULO
3
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Junsu
despertó por unos ronquidos bastante fuertes que casi por un minuto olvidó que
estaba en la habitación de Shim Changmin. Pero no realmente. Eso era algo que
no podía verdaderamente olvidar. Ese siempre había sido el problema realmente,
¿o no?
Se
apoyó sobre su codo y miró al hombre que dormía a su lado. Ellos no habían
apagado la luz del dormitorio cuando se fueron a dormir, entonces podía ver a Changmin
en toda su vulnerabilidad. Sus labios llenos estaban ligeramente separados, sus
mejillas todavía un tanto rosadas, su oscuro cabello adorablemente revuelto. El
corazón de Junsu se apretó. Debería levantarse, vestirse y marcharse. Antes de
la incómoda charla.
Los
ojos de Changmin revolotearon abriéndose, tan azules que hicieron que su
aliento quedara atrapado en su garganta. —Hola.
Junsu
forzó una sonrisa. —Hola a ti. Estaba por levantarme para irme.
—¿Otra
vez?
Junsu
pestañeo. —¿Qué?
Changmin
sacudió su cabeza. —Fuiste tú el que se marchó la vez anterior. Escapaste.
—N… No lo hice. —Excepto que lo había hecho, en
realidad. En medio de la noche Junsu se levantó de la cama, se vistió y se fue
a su casa. Sin decirle una palabra a Changmin—. Bueno, pensé que nos hacía un
favor a los dos y te libraría de decirme que me fuera.
El
otro hombre se movió hasta que Junsu estaba de repente de espaldas y Changmin
se cernía sobre él, su boca una línea sombría.
—¿Cuáles
fueron las últimas palabras que dije antes de ir a dormir esa noche, Junsu?
Junsu
pensó en eso, no era tan difícil de recordar. Esa noche estaba grabada en su
memoria.
—Te veo en la mañana.
—Sí.
—Changmin suspiró—. ¿Eso sonó como si te quisiera fuera?
—Bueno,
y… yo pensé que te arrepentirías. ¿Sabes? Estabas tomado y no estabas pensando.
—No
me diste siquiera una oportunidad, Junsu.
—Pudiste
haberme llamado después de que me marchara — Junsu dijo, su propia voz
encogiéndose ante la acusación—. No lo hiciste.
—Lo
sé, yo también pensé que te habías arrepentido. — Changmin se enderezó y se
balanceó fuera de la cama, se dirigió a su baño y tomó un albornoz de la parte
posterior de la puerta, que luego envolvió alrededor de su cuerpo—. Creí que
necesitabas un tiempo para pensar, esperaba que volvieras en el día, pero no lo
hiciste. Y el siguiente día tenía que volver a la universidad. Estaba en casa
solamente para el funeral de mi padre.
Junsu
se sentó en la cama, abrazando sus rodillas. —Eras hetero, o eso es lo que yo
creía, pensaba que estabas tan dolido y desolado que hubieras echo cualquier
cosa.
Changmin puso los ojos en blanco. —¿De verdad?
¿Piensas que cada hetero que se emborracha folla al hombre más cercano?
—Bueno.
—Junsu se sonrojo—. No.
Changmin
se sentó en la cama no muy lejos de Junsu. —¿Nunca se te ocurrió que realmente
estaba atraído hacia ti?
—No.
—¿Por
qué no?
Junus
suspiró. —Porque tuve un enamoramiento por ti toda la secundaria y yo solo era
el nerd hermano de Yunho.
Changmin
se acercó más y alcanzó la mano de Junsu. —Tú nunca te has dado cuenta de lo
atractivo que eres, ¿cierto? Jesús, ¿nunca te miras en un espejo? Junsu, eres
hermoso, tan caliente. Siempre lo has sido.
Junsu
desvió la mirada. —Sí, claro.
—Lo
eres —Mitch dijo suavemente—. Me gustabas tanto, Junsu. La verdad era que no
sabía cómo acercarme a ti. Eras el hermano de Changmin y eras el primer chico
que alguna vez me había atraído.
Miró
a Changmin a través de sus pestañas. —¿De verdad?
—Es
verdad, siempre me habían atraído las chicas. Pero te vi en la escuela hablando
con tus amigos, riendo y divirtiéndote, y simplemente no podía apartar la
mirada. En realidad no podía hacerlo y empecé a seguirte un poco, como un
acosador o algo así, solo para poder ver tu sonrisa. —Las mejillas de Changmin
se volvieron de color rosa.
Junsu
tragó el nudo que obstruía su garganta, su estómago encogido. —Nunca supe eso.
Changmin se encogió de hombros, una sonrisa tirando
de sus labios. —¿Cómo podía decírtelo en la secundaria? Ni yo entendía qué es
lo que estaba pasando conmigo, estaba seguro que no era gay. Pero aun así no
podía parar de pensar en el hermanito de Yunho.
—Bueno,
yo si estaba seguro de ser gay —admitió Junsu—. Y tú siempre me gustaste,
cuando venías a casa a ver a Yunho siempre me aseguraba de estar presente para
poder obtener un vistazo tuyo.
Su
cara estaba tan roja como la de una langosta, su rostro estaba tan caliente,
pero estaba confesando todo ahora supuso él. Todavía no se sobreponía de
escuchar a Changmin decirle que él le gustaba.
—Amaba
esas ocasiones también, incluso le preguntaba a Yunho: “¿Junsu estará en
casa?” Y él me miraba como si hubiera perdido mi maldita mente. Pero no
podía evitarlo porque eras tan jodidamente lindo.
—Yo
era un imbécil, eso es lo que era. —Pero Junsu sonrió abiertamente.
—Cuando
terminé la secundaria y me fui a la universidad, me di cuenta que otros chicos
me parecían atractivos también —dijo Changmin—. Pero todavía encontraba a las
chicas atractivas así que finalmente acepté que era bisexual.
Junsu
estudió sus manos. —Esa noche… tú fuiste mi primero.
—Lo
sé, tú también fuiste mi primero. —Changmin pasó suavemente su mano por el
muslo de Junsu—. Si no hubiera estado bebiendo y tú no hubieras venido, no
estoy seguro de que habría actuado sobre mi atracción hacia ti. Eras el hermano
de Yunho y yo no quería que algo se interpusiera en mi amistad con él.
Junsu levantó su mirada y se reunió con esos ojos
oscuros que lo perseguían en sus sueños. —Entonces, tal vez, fue mejor que fuera
algo de una sola noche.
—No
lo siento de ese modo, y no lo sentí así en ese entonces. Sin embargo sentí que
me habías usado.
—¿Qué?
—Junsu sabía que su boca estaba abierta, pero seriamente… ¿Qué?—.
¿Usarte?
Changmin
se encogió de hombros. —Para perder tu virginidad, y una vez que lo lograste,
no tuviste que mirar hacia atrás. Demonios, después de nuestra noche juntos te
aseguraste de no estar alrededor cuando visitaba a Yunho. Admite que me
evitaste.
—Sí,
te evité, pero no porque te usé para perder mi virginidad. Lo hice porque pensé
que sería demasiado incómodo entre nosotros.
—Toda
esta mierda, todo, en los últimos seis putos años, se podría haber evitado si
solo hubiéramos hablado, Junsu. Si tú no hubieras asumido que era solo otro
deportista borracho experimentando.
Él
se mordió su labio ¿Podría ser verdad? ¿Realmente fue su culpa? Pero, la
comunicación funcionaba en ambas direcciones, ¿cierto? —Sí, tal vez yo cometí
errores, pero tú también lo hicistem Changmin. Pudiste decirme todo esto hace
años. Podías haber encontrado la forma.
—Sí
—Changmin asintió—. Infiernos, tal vez no éramos lo suficientemente maduros
para manejar lo que había entre nosotros hace seis años.
—¿Tú
crees?
Changmin
lo acercó, envolviendo sus brazos en torno a él. —Escucha, yo le pedí a Yunho
que te invitara esta noche. Usé la excusa de haber ganado la lotería.
Junsu pestañeó. —Pero espera, verdaderamente ganaste
la lotería, ¿cierto? Estuvo en el periódico y todo.
Changmin
sonrió abiertamente. —Sí, de verdad gané. Pero te quería en la fiesta. ¿Qué
mejor excusa para tenerte ahí en una fiesta más que la razón fundamental?
Esperaba que vinieras.
—Casi
no lo hice.
—Lo
sé —dijo Changmin—. Yunho dijo que prácticamente tuvo que traerte arrastrando y
gritando. Pero viniste y entonces yo tuve mi oportunidad.
—¿Tu
oportunidad de qué? —Junsu murmuró.
—Para
tenerte así una vez más. Para hacerlo bien esta vez, para convencerte de que
merecemos más que solo un encuentro de una noche.
—La
gente pensará que tuve sexo contigo porque ganaste la lotería. —Junsu bromeó,
pero su corazón se había acelerado con la esperanza de lo que podría ser. Tal
vez ellos podrían trabajar en un futuro juntos.
Changmin
se carcajeó. —Lo dudo, probablemente ellos pensarán que ahora que tengo dinero
puedo tener un joven semental caliente.
Junsu
rodó sus ojos. —Por favor.
Inclinándose,
Changmin lo besó exhaustivamente. Junsu se aferró a las solapas de la bata de Changmin,
notando que su polla estaba tomando nota del beso.
Changmin
se separó para respirar y frotó su pulgar por el inflamado labio de Junsu. —No
me importa lo que la gente piense de nosotros, dejó de importarme unos años
atrás cuando salí como bisexual. A la gente que le molesta como soy y qué soy,
solo no importan. Lo que importa en una relación entre
nosotros, si la queremos, es lo que nosotros
pensemos, nadie más.
—Está
bien.
Changmin
alzó una ceja. —¿Está bien? ¿Significa eso que quieres quedarte hasta la
mañana?
Junsu
sonrió. —Significa eso con seguridad.
—¿Y?
—Changmin lo recostó en la cama y cubrió su cuerpo con el suyo.
—Y
merecemos más que algo de una sola noche. —Junsu pensó en eso, habían tenido
más de una noche juntos—. O más de dos noches.
Changmin
sonrió, travieso. —O incluso tres.
—O
incluso tres —Junsu accedió, acercándolo para un beso.
Fin
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Hola, este es la primera novela homoerotica que adapto >.< si le ha parecido buena en un futuro próximo adpatare otra un poco mas larga jejeje, bueno si les gusto ya saben que pueden dejar sus comentarios... nos vemos pronto ~♥
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