Romance

Titulo: Romance

Autor: Tamys de kim

Parejas: YooSu

Género: slash

Extensión: Drabble

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Percibes el olor a rosas en el aire  más te encuentras caminando sobre la acerca en el centro de la gran urbe, no hay flores por ningún lado pero las fosas nasales de tu nariz captan la fragancia que estas desprenden.  Estas cargado de adrenalina y tu estomago cosquillea ¿esto es amor? te preguntas “si, lo es” y así mismo te respondes sin vacilación. Tus ojos pierden la visión de la conglomerada ciudad y solo visualizas el cuerpo de aquel chico, si ese jovencito que acabas de conocer y se ha presentado como tu nuevo asistente. “Junsu” el nombre del muchacho florece en tus labios y la sonrisa tonta que le acompaña te dice que en verdad te enamoraste. 

Y más aun amor a primera vista, tu hombro golpea el de alguien más y la desaparece tu joven asistente para que   vuelvan a aparecer  las personas que transitan por la misma acera en la que caminas. Pides una rápida disculpa a la mujer mayor con las cual has chocado y ella te sonríe, ha notado el brillo que han adquirido tus orbes negras ante el pensamiento de una cita con Junsu, no eres un romántico te gusta todo a lo rudo como el primer día que descubriste tu atracción por las personas del mismo género porque para ti los hombre son rudos, salvajes llenos de testosterona y ganas de joder. Has tenido sexo con un sinfín de hombres y a todos los has follado de la manera en que tanto te gusta “clavarte tan profundo que tus bolas golpeen a cada embestida sus nalgas” así tanto ellos, tus ex amantes se han clavado en ti y te han tratado de la misma manera , no sientes la necesidad de ser gentil en el acto sexual piensas que la delicadeza es solo para las mujeres ya sea en la intimidad o en la vida diaria y no es que seas un macho, no tu solo te has metido en la cabeza que para un hombre todo es meter y saciar nada de amor y romance. Y vete ahora con tan solo pensar en Junsu y que no llevan ni un día de conocerte quieres tratarle con las misma delicadeza que a una mujer, llenarlo de todo lo que nace en tu interior y también en doble sentido llenarlo con tu semilla.

Tu, Park Yoochun, hombre exitoso, empresario y con una fortuna que no podrás gastar ni en varias vidas. Quieres a Kim Junsu, tu nuevo asistente, diez años menor que tu y es que no te importa que a los treinta y cinco años estés colado como un adolecente con su primer amor, tampoco te importa la edad ¡vaya! no eres viejo ni te sientas tal, al contrario tienes experiencia en el arte del placer y hay testigos suficientes que lo corroboran. Más bien te da miedo e aterroriza la idea que ese joven de cabello castaño, sonrisa soñadora y alma de santo no sea gay.

Estas a una cuadra de llegar a tu palacio como así le llamas, decidiste salir a caminar para despejar tu mente de aquel joven con esa interesante s-line y que con solo imaginarlo tu falo comienza a cobrar vida. Alguien o algo capta tu atención han abierto un nuevo centro nocturno pero eso es irrelevante para ti, cruza la calle y como  polilla que es atraída a la luz sigue el rastro de tu asistente. No habías imaginado que le gustara vestir de pantalones ajustados como una segunda piel que delinean sus bien torneadas piernas y ese trasero que ¡dios! No hay conocido persona alguna que lo tuviera tan grande. Y si, no tienes ni un día y ya pensabas que Junsu era todo un lindo ángel y la realidad te da otra versión del joven. Ese quien se contonea como la cosa más dulce y sexy no es para nada un santo como así creyeras, mucho menos por esos dos tipos que ahora se restriegan y tocan por todas partes contra su cuerpo sin que tu asistente diga o haga algo, tal parece que a él le gusta.

Avanzas sin ser capaz de controlar tu propio cuerpo, te está traicionando y te has detenido frente a los tres hombres que te miran, dos de ellos con cara de piérdete y busca a otro. Y Junsu sonríe sínico como si él hubiera planeado todo desde el principio. Tú le tomas de la cintura y lo halas sin importarte los otros dos, ambos cuerpos chocan y toda esa atracción, lujuria y pasión estalla en ustedes. No les interesa el lugar donde están o la gente alrededor ni incluso los tipos con quien hace un momento Junsu bailara. Tu  le atraes por la nuca y  rozas con la punta de la lengua sus carnosos labios, un jadeo por parte de Junsu te indica que esta mas que listo para recibir tu boca así que le besas, esa sensación de sentirse completo te embriaga además de sentir como la lengua de Junsu se cuela en tu boca y así ustedes toman un rumbo de pelea por el control, tu mano suelta la cintura de tu acompañante y se posa en esas nalgas de tentación, las masajeas sin pudor e incluso las estrujas una a la vez y Junsu se restriega lo excitado que se encuentra, con su miembro frotándose contra el tuyo. Tú Park Yoochun, tenías en la mente darle romance y delicadeza  al castaño cuando lo tuvieras por primera vez entre tus brazos. Querías llevarlo a las orillas del mar y ver el atardecer junto o tener una cena romántica a la luz de las velas en tu palacio pero todo ese romance que pensabas dar en la primera cita se ha esfumado por el pequeño cuerpo que en estos momentos solo exuda sexo y lujuria, Junsu quiere mas y tu como un buen anfitrión se lo vas a dar.

Ambos salen más que cachondos del lugar, el te llama jefe y tu pides que te hable por su nombre “Yoochun”. Tu nombre en sus labios casi te causa un orgasmo por lo sexual que sonó.  Mientras caminan los metros restantes a tu departamento, tu loco e inhibido Yoochun te sitúa detrás de él y pasas los brazos por su cintura, le besas el cuello, lames esa parte de su extensión y su piel es tan suave para ser un hombre que tus pensamientos sobre deidades divinas  reaparecen y no dudas en que Junsu sea un dios del sexo. Y has soltado lo de “dios del sexo” en voz alta que tu amante ha comenzado a reír por  lo que castigas al castaño dándole un apretón a la parte delantera de su pantalón y este solo gime por el castigo y su miembro se ha endurecido mas.  También frotas tu hombría entre sus nalgas y ahora el dios del sexo eres tú. Llegan a su dichoso palacio y dentro de esas cuatro paredes descubrirán que tan dioses pueden llegar a ser. Estas contento de haber comprado suministros  y no dudas que Junsu estará más que contento cuando entierres tu pene en su estrecho agujero, ¡oh si! Esta noche va ser larga pero los dos están más que dispuestos a desvelarse y llegar tarde al trabajo.

 Mientras tanto mañana será otro día donde Yoochun lleve sus planes de romance y amor que tanto desea darle a Junsu. Así como también mañana es un nuevo día para conocerse a profundidad, porque Al fin y al cabo  para el romance no hay un inicio o un final.

Fin