Titulo: A
cambio de una moneda.
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CAPITULO 1
-Junsu-ah,
prometo regresar por ti
-no prometas
nada Yoochun, sé que no volverás - dijo
Junsu con melancolía – solo soy una puta a quien tu padre pago para disfrutar
lo que se siente estar con un hombre.
-puede que sea
verdad, pero también te amo Junsu – acaricio con el dorso de la mano la mejilla
de Junsu – yo regresare por ti, pagare tu deuda y te llevare a conocer el
mundo, solo debo reunir el dinero por mi propia mano, no quiero depender de mis
padre, entiéndeme Junsu.
-Lo hago,
Yoochun. Solo que tengo miedo a no verte otra vez.
-también tengo
miedo – confeso – miedo a no poder sacarte de este lugar, miedo a que ese
maldito proxeneta te venda a otro y no poder encontrarte.
-el nunca me
vendería, soy muy valioso para él además la deuda de mis padres es enorme. No
sé cómo pudieron pedir tanto dinero sino tenían con que pagarlo.
-ya no te
atormentes con lo que tus padres hicieron, Junsu. Solo espera por mi y pronto seremos felices viajando por el
mundo, porque yo quiero que tu veas el mundo y no solo las pinturas que adornan
esta habitación – decía mientras miraba alrededor de la habitación de su amante
donde cuadros de la torre Eiffel, el rio Nilo y la isla jeju, Junsu no pedía el
mundo lo mas que deseaba era ir a jeju y visitar las tumbas de sus padres que
aunque le dejaron en la situación que se encontraba Junsu los amaba porque
siempre fueron los mejores padres, amándolo y dándole lo mejor que pudieron.
-Yoochun por
favor promete volver – rogó – si esto solo es un juego para ti, dímelo tu sabes
que no te guardare rencor – dijo mientras una solitaria lagrima bajaba por su
mejilla.
-¡esto no es un
juego!¿ maldita sea, Junsu! ¿Cómo te hago entender que te amo y tan pronto
consiga el dinero yo regresare? ¿Acaso no confías en mí? – grito molesto
Yoochun.
-confió en ti,
Chunnie – dijo suavemente y le regalo una sonrisa para calmar a su novio porque
dentro Junsu presentía que esta era la última noche que lo vería.
-Te amo, Junsu.
No lo olvides – Yoochun tomo posesión de los labios de Junsu en un suave beso
demostrándole cuanto su amor significaba y el dolor que sentía al separarse de
Junsu – volveré….mi amor.
-y yo estaré
esperándote – murmuro viendo salir a Yoochun de la habitación.
Se recostó en la
cama y dejo salir un gran suspiro mientras las lágrimas bañaban su bello
rostro. Acababa de firmar su sentencia de muerte no sabía cómo iba a vivir sin
ver a Yoochun, sin sus dulces besos o sus escandalosas caricias e incluso de
sus escapadas fuera del edifico para hacer el amor e incluso innovar la forma
de hacerlo. Junsu ha roto su palabra de
confiar en otro hombre mas que se le
puede hacer una vez juro no volver a entregar su corazón y el pelinegro le hizo romper su pacto y ahora se entrega a
la espera de Yoochun y su final feliz.
La mente de
Junsu viajo al pasado, llevaba una semana viviendo su nueva vida como
prostituto y aun no tenia clientes porque esperaban tener un buen precio por la
pureza de su cuerpo en la subasta que se llevaría a cabo en pocas horas. Junsu
no quería ser prostituto, no el quería convertirse en un gran maestro y llenar a sus alumnos de conocimientos, sin
embargo se encontraba en medio de la gran ciudad, en un edificio de cinco pisos llenos de hombres y
mujeres que vende sus cuerpos a cambio de unas monedas y él en pocas horas se
convertiría oficialmente en uno de ellos, como la sociedad suele llamar putas.
-fue muy
doloroso… - murmuro – y aun así pague una cuarta parte de la deuda – recordó al hombre obeso con
barba de candado y aliento fétido que pago cerca de 10 mil dólares. Ese hombre
asqueroso que robara su virginidad de la forma menos sutil y que le dejara un
desgarro yendo a parar a un hospital de mala muerte ya que Junsu aun contaba
con diecisiete años, siendo un menor de edad con un desgarro anal seria mal
visto y el gran jefe no quería policías investigando su nueva mina de oro
además que lo tomarían como una violación cosa que no era más que cierta, ya
que el hombre solo empujo a Junsu a la cama y le despojo de la bata que cubría
su esbelto cuerpo , le puso sobre su estomago y sin preparación alguna lo
penetro provocando un estruendoso grito de dolor por parte del menor, el llanto
le siguió y una mano cubrió la boca de Junsu para que dejase de quejarse.
Cuando el hombre hubo terminado con junsu liberando su placer sobre la espalda
baja del menor porque el maldito no había utilizado condón y no quería
contagiarse de algo. Le dejo tirado si revisar si se encontraba bien, solo se
subió los pantalones y juro volver por más, dejo unos cuantos billetes sobre la
cama y salió de la habitación.
Mientras tanto
Junsu con trabajo logro ponerse de pie y fue directo al baño donde vomito lo poco de comida que tenía en el estomago
así no era como había soñado su primera vez. Guardarse para el hombre de su
vida solo había quedado en un sueño, un sueño más que se había roto. Se fue a
la cama y se metió bajo las mantas llorando de dolor, tristeza e impotencia,
una hora más tarde el jefe entro a la habitación y le encontró desmayado al principio creyó que estaba
dormido pero cuando retiro la manta para que atendría al próximo cliente
maldijo al notar la mancha de sangre que teñía la sabana. Llamo a dos guardias
y lo llevaron al hospital de un conocido e ahí donde su deuda aumento un veinte
por ciento. Cuando la culpa de no de él, eso si su jefe había ganado bastante
al cobrarle al tipo por dañar la mercancía y prohibiéndole el rentar a Junsu.
-Junsu, si ya se
fue tu cliente, aquí está el próximo que espera una buena sesión de las que le
gustan – escucho afuera de la puerta, se sacudió la cabeza espantando sus
recuerdos y con mala gano limpio su cuerpo, eliminando todo rastro donde
Yoochun le había tocado o besado, sin embargo aunque estas se hayan ido aun las
podía sentir en su piel por lo menos
tendría el recuerdo de su amor que le harían más llevaderos los días.
-hola cariño –
abrió la puerta y le regalo un fingida sonrisa - no pensé volver a verte –
invito a su cliente a pasar, era la
segunda vez del hombre en ir a un prostíbulo, la primera vez había sido por una
broma de los amigos quien lo emborracharon y ahora estaba aquí por su propia
cuenta – dime ¿Qué te gustaría hacer? – pregunto deslizando la bata por los
hombros hasta caer al piso.
-yo…yo quiero
amarte – hablo bajo el desconocido sin apartar la vista del cuerpo desnudo de
Junsu – Soy Yunho… solo quiero – suspiro con frustración – pretender que me
amas…que te amo…que mi nunca me case con esa mujer quien ahora se revuelca en
mi cama con su “primo” – declaro pasando
las manos entre su cabello oscuro lleno de frustración y dolor.
-oh, pobre bebe
– se sentó a horcajadas sobre el regazo de Yunho – yo te voy a amar tanto como
has pagado por mi y olvídala que nosotros
disfrutaremos más que aquel par.
Actuar, solo
fingir que esta persona es alguien
querido. Algo que ya había hecho bastantes veces había conocido más de un Yunho
con la misma situación, pero este hombre era apuesto, alto y por el dolor que
sus ojos mostraban la traición de su pareja calaba profundamente en su corazón.
-vamos Yunho
muéstrame que esos labios que tienes no son solo de adorno y sabes cómo usarlos
– el cálido aliento de Junsu golpeando en los carnosos labios de Yunho, estremeciendo
el cuerpo del cliente.
El primero en
unir sus labios sorpresivamente fue Yunho, se apodero de las caderas del otro y
le atrajo sintiendo la calidez de su cuerpo desnudo traspasar su camisa y
sentir su calor. Uno quería olvidar la traición de su mujer, el otro olvidar
por un segundo que el existía. Por un momento pretender que nunca le conoció y
que no está a la espera de su regreso. Manos explorando el cuerpo del otro,
nudos de corbata desechos y la prenda
volando por alguna parte de la habitación, jadeos convirtiéndose en gemidos de placer y dos
almas desconsoladas entregándose al
mundano placer, entregando amor a cambio de monedas, recibiendo amor tal como
lo pidió por la justa cantidad que ha pagado. Los cuerpos desnudos de ambos
yacen sobre la acolchonada cama, Junsu saborea con deleite la erección de su
cliente que gime sin control y folla la boca del otro como si en ello se le
fuera la vida.
El momento se ve
interrumpido cuando los recuerdos de Junsu loa bordan, mostrándole un Yoochun tímido
por ser su primera vez que tiene relaciones sexuales con un hombre, incluso
Junsu creía que a ese paso sería él
quien estaría arriba pero todo cambio en
el instante en que sus bocas se juntaron. Yoochun perdió todo rastro de timidez
y volvió el hombre seguro y confiado el cual siempre ganaba todas sus batallas.
-Junsu…- gimió
Yunho sacando al otro de su estado.
Volviendo a su
tarea, Junsu continuo su mamada, lamiendo todo el eje de Yunho mientras una
mano apretujaba sus bolas haciéndolo gritar de placer. Las manos de Yunho tomaban
mechones de su cabello tirando de él mientras arremetía contra la boca de Junsu
sintiendo su clímax aproximarse, Junsu fue
más a venturero bajo a los testículos
y succiono uno por uno las bolas se tensaba en su boca en cada succión y con la
mano continuaba su labor de darle placer a la polla que goteaba liquido pre seminal.
Yunho estaba en
las nubes, flotaba ligero en un estado de completa paz gracias a Junsu, saber
que su mujer le engañaba hace más de seis meses le destrozo el alma pero no quería
aliviar su dolor con alcohol así que prefirió
pagar por estar unas horas con el joven de cabello castaño y mirada de niño
perdido, porque Junsu parecía una niño a sus ojos y que estaba en el lugar
incorrecto, era como si un ángel viviera entre las llamas del infierno rodeado
de demonios y almas en pena. Y yunho era una de esas almas buscando la paz en
brazos del ángel quien en verdad le estaba llevando al paraíso y el con gusto
se dejaría llevar. Y sintió que su alma estaba completamente sanada cuando un
dedo lentamente se hacía paso en su interior tocando su punto caliente y llevándole
al orgasmo en un santiamén, su polla exploto con hilos perlados de semen llenando
la mano de Junsu y un poco salpicando su abdomen.
-lo siento… –
hablo Yunho con vergüenza por terminar cuando solo un dedo le había penetrado.
-no tienes de
que pedir disculpas – se encogió de hombro Junsu mientras subía al cuerpo de
Yunho y dejaba a la vista del otro su trasero y la rosada entrada que pronto
Yunho profanaría – además eres joven y pronto te recuperaras – le dio una
lamida a la polla de Yunho y esta empezó a hincharse de nueva cuenta- lo vez - aclaro dándole más lamidas a su miembro
que iba endureciéndose por estas y también por la vista perfecta que tenia de
Junsu insertando un dedo de su estrecha entrada, usando su semen como
lubricante.
Era una maldita
vista ver como a poco ese largo y fino
dedo entraba y salía. Los gemidos quedos de Junsu soltaba en su polla enviaban
una deliciosa vibración por todo su eje. Un segundo dedo acompaño al primero y
Yunho estaba seguro que se correría en la boca de Junsu y de esta no se recuperaría en absoluto.
-¡maldición!-
siseo cuando tres dedos embestían el culo de Junsu y no resistió Yunho llevando
su lengua a hacer compañía, Junsu grito cuando la lengua de Yunho le penetro.
-¡sí!- siseo.
Un orgulloso
Yunho arremetió con fuerza contra la
entrada de Junsu deleitándose con las suplicas del otro. Le dio una palmada en
el trasero y Junsu lo comprendió de inmediato dejando su trabajo, se puso a
horcajadas sobre el regazo de Yunho no sin antes tomar un condón y enfundarlo
en la buena polla de yunho, alineo la polla del otro contra su agujero y
lentamente se dejo caer, sintiendo una punzada de dolor, sus dedos no se
comparaban con el pene de Yunho.
-estas tan
estrecho – comenzó un lento empuje de caderas contra el culo de Junsu, para ser
un hombre hetero le estaba gustando la idea de dar por detrás mas el bono extra
de lo hermoso que es Junsu, con sus ojos cerrados y la boca entreabierta dejando
salir suaves gemidos.
- más duro –
suplico y Yunho le recompenso entrando profundamente en su interior.
Yunho taladraba
con vehemencia, choque de sus bolas contra los redondeados montículos de Junsu
era fuerte, el olor a sexo inundaba la habitación, Yunho se aferro con fuerza
de las caderas de Junsu y le dio la vuelta, teniendo a Junsu debajo tomó sus
piernas por los tobillos y las levanto usando estas como palanca en sus
empujes. Con movimientos rápidos y feroces pronto el orgasmo les alcanzo. Junsu
pinto de blanco el abdomen de Yunho con su semilla e hizo juego con el semen
ahora seco de Yunho. Con unos cuantos golpes más Yunho se clavo profundo y su
orgasmo lo alanzo llenado el condón de semen.
-gracias – dijo Yunho
rodando a un lado con cuidado al salir del pasaje de Junsu, se quito el condón
y lo amarro para después tirarlo en el cesto de basura que se encontraba al
lado de la cama.
-no fue nada…. Tu
lo necesitabas y para eso estoy yo – comento con un dejo de tristeza.
-vendré a verte más
seguido.
-espero que no
se te haga costumbre – miro a Yunho – los clientes frecuentes están bien pero
no necesito otra persona diciéndome que me ama y que me va a sacar del hoyo –
sus palabras se cortaron en el último momento.
-oh…está bien-
dijo sin comprender de lo que hablaba Junsu – es hora que me vaya.
Yunho se vistió y
salió por la misma puerta que había entrado. Sin decir adiós o hasta luego
Junsu lo comparo con Yoochun. En la primera noche y las que le siguieron
Yoochun siempre al terminar de hacer el amor le limpiaba cuidadosamente e
incluso le hizo el mismo comentario que Yunho cuando este le dijo que volvería
al día siguiente.
“espero que no se te haga costumbre – dijo
seriamente – los clientes frecuentes están bien pero no necesito otra persona diciéndome
que me ama y que me va a sacar del hoyo.
-¿y quien dice que no soy esa persona que te
llevara lejos de este lugar? – le sonrió
con confianza y Junsu sintió derretirse ¿quizás su vida empezaría a
mejorar? – mañana volveré y esta vez te
tomare con lentitud y calma que rogaras porque te de tan duro que no podrás
sentarte en una semana.
-idiota – sonrió.
-pero este idiota te hizo explotar el
cerebro con el mejor orgasmo de tu vida - comento con picardía y le dio un suave beso de
despedida – hasta mañana, Junsu.
-hasta mañana, Yoochun – murmuro sintiendo
sus mejillas arder cuando Yoochun acuno con la mano su mejilla y le dio un último
beso antes de salir.”
Junsu fue al baño,
tomo una rápida ducha y cambio las sabanas de la cama. Se puso su pijama y se
dejo caer cubriéndose con el antebrazo el rostro.
-por lo menos
Yoochun se tomaba el tiempo para ver que
no me hubiera lastimado – dijo y una solitaria lagrima bajo por su mejilla
antes de que el sueño tomara posesión de él.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo me diga que va a ser un YooSu y HooSu? que los dos van hacer hasta lo imposible para quedarse con el?.... que triste mi Baby lo que sufrio y esta sufriendo.
ResponderEliminarbueno esperare con ansias la proxima actualizacion, hasta ahora estuvo super interesante, por fiiii no demosres mucho....